India se niega a aceptar submarino modernizado en Rusia. Nezavisimaya GazetaNota: Amados hermanos, siempre he visto con recelo cualquier asociación de Rusia con la India, porque siempre he visto claramente que los hindues no los aman. Compañero José A. Montero Aedo.
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La cooperación militar entre Moscú y Nueva Delhi quedó ensombrecida por un nuevo escándalo: India, a la que corresponde un 40% de los pedidos militares acumulados por la parte rusa, se negó a aceptar en las primeras fechas de enero el submarino diesel "Sinduvijai", modernizado en los astilleros de Severodvinsk, en el norte de Rusia.
En el submarino se habían detectado problemas con Club-S, nuevo sistema de misiles antibuque instalado a bordo. La Marina hindú ordenó incluso la vuelta de la tripulación que se había desplazado a Severodvinsk para recibir "Sinduvijai", una decisión sin precedentes en la historia de los contactos bilaterales
Varios meses antes, los hindúes habían rechazado firmar el acta de aceptación sobre Iliushin-38SD, variante modernizada del avión antibuque dotado del sistema de reconocimiento "Serpiente Marina", porque el producto no respondía a la hoja de especificaciones prevista.
También continúa el conflicto a raíz del rearme del portaaviones "Vikramaditya" (en el pasado, "Almirante Gorshkov"). La parte rusa exige el pago de una suma adicional, de al menos US$1.500 millones, para poder completar las obras pero los hindúes no están dispuestos a abonar un solo centavo extra y amenazan con multas cuantiosas por retraso y hasta incumplimiento del contrato. Tal y como hicieron cuando Rusia retrasó la entrega de tres fragatas de la clase Talwar.
El problema de aquellas fragatas, lo mismo que con el submarino "Sinduvijai", consiste en que diseñadores y constructores navales rusos tropiezan con grandes dificultades a la hora de compatibilizar los sistemas de computación y otros equipos electrónicos hindúes con el armamento fabricado en Rusia. El sistema antibuque Club-S, cuyos misiles pueden abatir objetivos navales y terrestres a una distancia de 220 Km, falló en seis intentos consecutivos de dar en el blanco porque en los astilleros no habían podido armonizarlo con flamantes equipos hindúes ya instalados en el casco. Habrá que retocar todos los sistemas, lo cual obviamente implicará tiempo y gastos extra. La empresa rusa dijo que podrá hacerlo únicamente en verano próximo, cuando esté disponible un polígono en el Mar Blanco, pero es poco probable que Nueva Delhi apruebe nuevas asignaciones para ello.
Al problema de la integración de la electrónica hindú en el armamento ruso se suman otros, más importantes: la drástica caída de la calidad de la mano de obra en las empresas rusas del sector de defensa, tanto al nivel de ingenieros y técnicos como al nivel de obreros, y la pérdida de muchas tecnologías singulares. Como resultado, Rusia se ve incapaz de cumplir el plan de entregas en materia de armas modernas.