Iliá Krámnik, RIA Novosti. Además de la ampliación de la OTAN, el despliegue del sistema de defensa antimisiles DAM de Estados Unidos en Europa es uno de los asuntos que deterioran gravemente las relaciones entre Rusia y Occidente. Al analizar las implicaciones políticas de este proceso, muchos expertos dejan al margen los aspectos militares técnicos y operativos del DAM, pero en el caso concreto, esos aspectos tienen una importancia capital. Al examinar el sistema de defensa antimisiles DAM es necesario distinguir dos direcciones. La primera es el DAM en el denominado Teatro de Operaciones (DAM TO) que prevé el despliegue de un sistema de defensa para defender agrupaciones de tropa y bases de EEUU y de sus aliados de ataques con cohetes operativos y tácticos de un alcance de entre 700 y 800 kilómetros.
La segunda dirección es la creación de un sistema global de defensa antimisiles en el territorio de Estados Unidos y de sus aliados. En este caso, la amenaza principal serían los cohetes balísticos de medio alcance y los misiles intercontinentales. La retirada de EEUU del tratado soviético-estadounidense suscrito en 1972 que prohibía el emplazamiento de sistemas nacionales DAM, y el inicio del emplazamiento de un DAM por parte del Pentágono, ha desatado una de las crisis más serias en las relaciones ruso-estadounidenses desde el desmoronamiento de la Unión Soviética. Los militares y diplomáticos rusos tienen razones suficientes y de peso para estar preocupados porque el mencionado tratado tenía una influencia determinante en la paridad nuclear de EEUU y Rusia. Actualmente, el sistema global DAM de EEUU consta de tres escalones o niveles, nivel terrestre, nivel marítimo y nivel espacial. El nivel terrestre es considerado principal porque cuenta con los mayores recursos para la intercepción de misiles balísticos intercontinentales (MBI).
Este nivel abarca dos regiones o zonas de posicionamiento para el emplazamiento de los misiles interceptores GBI en Alaska y California. Esos misiles fabricados por la compañía Boeing, son dirigidos contra los blancos con ayuda de radares de detección anticipada, en particular, las actuales estaciones de radar del DAM de EEUU se encuentran en Noruega y Groenlandia. En los próximos años el nivel terrestre del DAM será complementado con una tercera región de posicionamiento que será emplazada en Europa. Lo mismo que las dos primeras, la tercera región contará con una base de misiles GBI (probablemente en Polonia) y una estación de radar (República Checa). Los misiles interceptores GBI constituyen el armamento esencial del nivel terrestre del DAM. Pero para abatir los misiles balísticos también se planea utilizar los sistemas Patriot PAC-3 y los sistemas de Defensa Aérea de Gran Altura (Theater High Altitude Area Defense THAAD) destinados a destruir cohetes de corto y medio alcance.
El segundo nivel marítimo del DAM de EEUU está constituido por los misiles SM-3 de emplazamiento marino dislocados en destructores y portaaviones de la Armada, acondicionados con los sistemas de combate AEGIS. En estado de disponibilidad combativa permanente, los SM-3 pueden interceptar cohetes de alcance medio y MBI, y los buques que los transportan, se encuentran cerca al territorio de los países que son considerados enemigos potenciales.
Así, actualmente, una flotilla de buques estadounidenses dotados con misiles de la clase AEGIS está emplazada en bases en Japón, cerca de Corea del Norte, considerado el adversario de EEUU en esa zona.
El tercer nivel del sistema DAM, el nivel espacial, garantiza el funcionamiento de los dos escalones anteriores (terrestre y marítimo) y consta de una red de satélites de intercepción. Además, en los próximos 10 ó 12 años, EEUU colocará en orbita aparatos militares en capacidad de interceptar misiles, también está prevista la creación de aviones de vuelo automático y cazas dotados con armamento en base a tecnologías láser. Una vez dotados con armamento ultra moderno, esos cazas deberán patrullar el espacio aéreo cerca al territorio de los países potencialmente enemigos para interceptar misiles en el momento del despegue.
A pesar de sus características técnicas, el sistema DAM, en la forma en que ha sido planeado no puede defender el territorio de EEUU de un ataque masivo de misiles balísticos con ojivas múltiples de guiado autónomo (RGCH IN, según las siglas en ruso). Para que el DAM se convierta en un escudo impenetrable es necesario que tenga otros tipos de armamentos. Para defender el territorio de EEUU de un ataque nuclear masivo hay que procurar la destrucción de la mayor cantidad posible de cohetes, incluso antes que despeguen de sus bases. En ese sentido, en el caso de conflicto bélico el acento se hará en la utilización activa de las fuerzas convencionales como la Fuerza Aérea, la Armada, tropas especiales contra las fuerzas estratégicas del adversario en las primeras etapas del conflicto.
Simultáneamente a las bases, los submarinos nucleares y los bombarderos serán considerados blancos importantes las estaciones y sistemas de radar de alerta anticipada. La destrucción de estos objetivos aumentará considerablemente la eficacia del ataque nuclear de prevención, los cohetes que pudieron ser lanzadas inmediatamente después de que se detecte el lanzamiento de un cohete desde el territorio de EEUU serán destruidos en su mayor parte. En este caso, el ataque de respuesta se realzará con una cantidad reducida de misiles (unas cuantas decenas) y ese número puede ser interceptado por el DAM de EEUU y las contadas ojivas que superen el escudo no podrán ocasionar daños inaceptables desde el punto de vista defensivo. Este es el objetivo principal de sistema DAM evitar "daños inaceptables" o la "destrucción garantizada"- las categorías que durante varias decenas de años desde el momento en que la URSS creó los misiles balísticos, se convirtieron en el principal obstáculo para el comienzo de una nueva guerra mundial. La única estrategia real del adversario de EEUU que le permitirá el desarrollo de acontecimiento de acuerdo a ese escenario en el caso de que comience una guerra será la realización de un ataque nuclear preventivo con la destrucción simultánea del sistema DAM. De esta manera, el mundo bajo la sombra del DAM sencillamente puede arrastrarse a los tiempos de la década de los años 60 que presuponía el comienzo de una guerra con el intercambio de ataques nucleares de envergadura. Para añadir que en ese conflicto probablemente participarán otras potencias nucleares. Teniendo en cuenta que se ha reducido la potencia de las ojivas y también su calidad y precisión en comparación con las ojivas de los años 60 esa guerra puede que no sea la última para la civilización humana. Pero será demasiado incómodo vivir bajo la espera permanente de que a cualquier momento puede estallar una guerra nuclear. LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDIRÁ OBLIGATORIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI |
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