BAGDAD (AFP) — Cuatro marines estadounidenses perecieron al estallar una mina en la provincia de Al Anbar, en el oeste de Irak, en el ataque más sangriento de los últimos meses contra sus tropas en esta región, considerada no obstante como pacificada.
Las víctimas viajaban en un vehículo que inesperadamente se vio alcanzado por la explosión de una bomba el viernes, señaló el ejército en un comunicado, sin especificar las circunstancias ni el lugar exacto del ataque. Este último se produjo cuatro días después de otro ataque similar en la misma provincia en el que también dos marines estadounidenses murieron y otros tres más resultaron heridos.
Al Anbar, la más grande de las 18 provincias iraquíes, fue durante mucho tiempo la más peligrosa. Desde el comienzo de la ocupación estadounidense, en marzo de 2003, esta región fue difícil de controlar, pero se había convertido en los últimos meses en una de las más seguras para las tropas estadounidenses.
Con el ataque del viernes ascienden a 1.290 los militares estadounidenses muertos en Al Anbar desde la invasión de Irak, según el sitio internet independiente www.icasualties.org. Esa cifra de bajas es un poco menor que los caídos en Bagdad, que ascienden según el mismo sitio de internet a 1.298 militares.
El número de bajas estadounidenses en Al Anbar es casi un tercio del total de 4.071 militares estadounidenses muertos en Irak desde 2003. La mayoría de los soldados muertos en Al Anbar fueron víctimas de bombas y artefactos que estallaron al paso de sus vehículos por las carreteras de la provincia.
Esta vasta región desértica iraquí, fronteriza con Arabia Saudí, Siria y Jordania, fue un bastión de la insurrección sunita y de la rama iraquí de Al Qaeda, aunque desde inicios de 2007 se pacificó después de que el ejército estadounidense lograse movilizar a los jefes tribales para luchar contra los seguidores de Osama Bin Laden. Situadas a un centenar de kilómetros de Bagdad, Faluja y Ramadi son las principales ciudades de la provincia de Al Anbar.
Por otra parte, al menos trece militantes chiitas han muerto desde el sábado en la noche en Sadr City, feudo del líder radical Moqtada Sadr en Bagdad, en combates entre las fuerzas estadounidenses y milicianos chiitas, indicaron este domingo fuentes cercanas a los servicios de seguridad iraquíes.
Los trece combatientes chiitas murieron en diferentes escaramuzas desde el sábado a las 22h40 (las 21H40 en la España peninsular) en ese barrio de dos millones de habitantes.
Desde fines de marzo, unidades estadounidenses e iraquíes están enfrascadas en sangrientos combates con milicianos chiitas del ejército de Mahdi, una milicia muy poderosa en este barrio desheredado del noreste de Bagdad que cuenta con dos millones de habitantes.
Los combates en Sadr City dejaron más de 900 muertos en abril del total de 1.073 iraquíes que perdieron la vida en todo el país, según cifras oficiales.