Nota: Amados hermanos, el Papa no debería mentir cuando afirma que el Comunismo dejó en herencia una cultura de la sospecha, cuando todos sabemos que también en estados unidos en los tiempos de la guerra fría, existió toda una política de persecusión en contra de supuestos comunistas. Al respecto son muchísimas las historia de la paranoia norteamericana que se relatan durante aquella época. Así que al señor Papa le pido que por favor no sea mentiroso. Incluso durante esta última etapa actual en que se ha luchado contra la maldad, los perversos estaban completamente paranoicos, tanto es así que si no se les aclara que la conducta paranoica que estaban siguiendo, los llevaría directamente a un precipicio más profundo aún, y habrían caído mucho antes en el hoyo. Pero se fue muy considerados con ellos, pero ellos no muestran ni un pelo de consideración con los demás, así que también por lo mismo tienen que pagar. Compañero José A. Montero Aedo.
Sábado 10 de Mayo de 2008
07:06
EFE
CIUDAD DEL VATICANO.- Benedicto XVI dijo hoy que el largo periodo comunista vivido en Hungría ha marcado duramente a su población y ello se ve en la cultura de la "sospecha" todavía existente, en la dificultad que tienen los húngaros para fiarse los unos de los otros.
El Pontífice hizo estas manifestaciones en el discurso que dirigió a los obispos húngaros presentes en el Vaticano para la tradicional visita "ad limina", la que están obligados a realizar a la Santa Sede todos los prelados del mundo cada cinco años.
"Por desgracia el largo periodo comunista ha marcado duramente a la población húngara y se notan las consecuencias, que se ven en la dificultad que tienen para fiarse unos de otros, típica de quien ha vivido durante un largo tiempo en un clima de sospechas", denunció el Papa.
El Obispo de Roma agregó que ese sentido de inseguridad se ha acentuado con la difícil coyuntura económica, "que un desconsiderado consumismo no contribuye a mejorar".
El Papa se refirió también a la secularización que vive el mundo actual y dijo que la primera dañada es la familia, "que también en Hungría atraviesa una gran crisis, que se puede ver en el notable descenso de matrimonio y el impresionante aumento de divorcios".
Benedicto XVI denunció la "multiplicación de las llamadas parejas de hecho".
"Justamente habéis criticado el reconocimiento público de las uniones homosexuales. Esas situaciones, unidas a las carencias de subsidios para las familias numerosas y a la difusión del aborto, ha llevado a una drástica disminución de los nacimientos", subrayó.
El Papa Ratzinger manifestó que de la crisis de la familia los primeros que se resienten son los jóvenes y expresó su preocupación por el descenso de vocaciones religiosas.