Economía
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Viernes,
18 de Mayo de 2007
RENUNCIO PAUL WOLFOWITZ
A LA PRESIDENCIA DEL
BM
El colmo de la
hipocresía
Arquitecto de la
invasión a Irak, cayó por favorecer a su novia. Los candidatos a sucederlo son
Paul Volcker y Stanley Fischer.
Paul
Wolfowitz fue echado de la presidencia del Banco
Mundial.
Al
final del tercer día de deliberaciones en el consejo directivo y sin que
impactara la “súplica” de último minuto, Paul Wolfowitz dejará de ser presidente
del Banco Mundial el próximo 30 de junio. Acusado por nepotismo, al favorecer a
su novia con un ascenso, Wolfowitz empezó a vaciar los cajones de su oficina. Ni
el apoyo de George Bush impidió que el ejecutivo terminara su carrera en el
organismo de manera abrupta, cuando ni siquiera se habían cumplido dos años de
mandato.
La renuncia fue
la salida elegante –y negociada– entre el ex número dos del Pentágono y los 24
directores ejecutivos del Banco Mundial. Bush intentó sostener a su ex
colaborador hasta último minuto. No bien se conoció el comunicado dando cuenta
de la próxima dimisión, la
Casa Blanca lamentó el hecho e indicó que “hubiera preferido
que permaneciera en el cargo”. De todos modos, anunció en un comunicado que en
los próximos días designará a un candidato para el
cargo.
El respaldo de
Bush fue, cuanto menos, polémico: “Paul Wolfowitz es un hombre honesto dedicado
con pasión a la suerte de los pobres del mundo entero. Hubiéramos preferido que
permaneciera en el banco, pero el presidente acepta con reticencia su decisión”,
señaló el jefe de la Casa
Blanca en un comunicado.
La mayoría de los
directores del BM presionaron para la salida de Wolfowitz, aun cuando el
ejecutivo se defendió diciendo que había actuado “con ética y buena fe” cuando
decidió premiar a su novia, Shaha Riza, con un ascenso y un aumento salarial.
Riza era empleada de la institución y fue enviada por Wolfowitz a la Secretaría
de Estado a poco de asumir en el cargo. La mudanza fue con premio. El salario de
la funcionaria pasó de 133.000 dólares a 193.590 dólares anuales, más de lo que
cobra la propia secretaria de Estado, Condoleezza
Rice.
Los delegados
europeos lideraron la presión para que Wolfowitz pagara por su decisión. Los
directivos ordenaron la realización de un informe a un panel investigador, que
terminó siendo demoledor para el estadounidense. Ese trabajo concluyó que
Wolfowitz violó las reglas del banco al arreglar un generoso aumento salarial y
ascenso para Riza, poco después de asumir la presidencia del banco en junio de
2005. Y que eso era imperdonable para alguien que llegó al máximo lugar del
organismo para luchar contra la corrupción y la pobreza en el mundo. En los
últimos tres días, las partes negociaron el tono de la
salida.
Como Wolfowitz
pretendía una indemnización, el consejo laudó permitiendo su permanencia en el
cargo hasta el 30 de junio próximo, el día que cierra el balance anual de
la institución.
Por otra parte, en el comunicado consensuado entre ambos se
incluyó un párrafo afirmando que el banco no supo asesorar a su presidente
cuando estalló la crisis. “Les suplico a cada uno de ustedes ser justos al tomar
su decisión, porque su decisión no sólo afectará mi vida, afectará cómo esta
institución es vista en Estados Unidos y en el mundo”, se defendió el hasta
ahora titular del organismo. Su pedido no fue atendido por los
directivos.
En un comunicado
de cinco páginas divulgado junto con el que anuncia su dimisión, el
estadounidense aseguró que el próximo presidente del banco tendrá su “pleno
apoyo”. Y expresó su esperanza de que la crisis de las últimas semanas sirva
para una reforma interna de la institución. Como es
costumbre, el BM seguirá siendo presidido por un estadounidense. En la lista de
candidatos para sustituir a Wolfowitz figuran nombres como el de Paul Volcker,
ex presidente de la
Reserva Federal (banca central estadounidense), y Stanley
Fischer, actual gobernador del Banco de Israel y ex vice del Fondo
Monetario.