Cientos de
policías rodeaban el jueves el Congreso ecuatoriano después de que la
corte electoral destituyera a decenas de legisladores opuestos al plan del
presidente Rafael Correa de realizar una consulta que podría limitar el
poder de los partidos tradicionales.
Unos 200
policías fueron desplegados por orden de Correa, un nacionalista de 43
años en el cargo desde el 15 de enero, en las inmediaciones e interiores
del palacio legislativo en Quito, en un medida que amenaza con desatar una
nueva crisis política en la inestable nación andina.
La
decisión del tribunal de expulsar a 57 legisladores es el último capítulo
de una pelea por el poder entre la oposición y el mandatario, quien
prometió celebrar una consulta el 15 de abril sobre una reforma a la
Constitución que podría recortar la influencia de los desprestigiados
partidos políticos.
Legisladores
rechazaron la decisión del tribunal y el presidente del Congreso, Jorge
Cevallos, dijo el jueves que el organismo, de 100 miembros, sesionaría a
pesar de la promesa del Gobierno de hacer cumplir la orden de la corte.
"Es hora
que ya entremos con responsabilidad ante el país y evitemos hechos
anárquicos que ya rayan en un actitud que no quiere el país", afirmó
Cevallos en una intervención televisada.
La reforma
constitucional es el eje del plan político de Correa, quien ha prometido
disminuir el poder de los partidos hegemónicos sobre el aparato estatal y
conducir al país hacia el socialismo, siguiendo los pasos de su principal
aliado, el presidente venezolano Hugo Chávez.
Legisladores
han asegurado que el tribunal electoral no tiene poderes para expulsarlos
por supuestamente querer bloquear la consulta popular, mientras que el
Gobierno aseguró que las leyes permiten destituir a cualquier funcionario
público que interfiera en un proceso electoral.
La corte
electoral también decidió remover a los congresistas debido a que
intentaron destituir sin un juicio político al titular del tribunal
electoral, Jorge Acosta, un dirigente opositor que ahora apoya el plan
político de Correa.
La
decisión presidencial de cercar el Congreso fue respaldada por pequeños
grupos de personas que se apostaron a las afueras del edificio para exigir
a los legisladores que abandonen sus cargos y respalden la instauración de
una asamblea constituyente. |