Abc Digital, Asunción, Paraguay, Martes 09 de Enero de
2007
TIEMBLAN LAS VIEJAS ESTRUCTURAS DEL
COLORADISMO (FIN)
Ni izquierda ni derecha, economía
mixta
Por Hugo Ruiz Olazar
Monseñor Fernando Lugo se resiste a que lo
encasillen como partidario de una ideología de derecha o de izquierda. Si bien
elogia a Hugo Chávez y Evo Morales, sostiene que el caso paraguayo es muy
particular, no comparable con otros procesos que se describen en el continente.
A los que lo tildan de izquierdista responde que la izquierda nunca pudo
desarrollarse en el país por la represión. En ese sentido dice ser partidario de
una economía mixta. En esta última parte de la entrevista, el obispo católico
que dejó los hábitos por la política opina sobre Nicanor, Wasmosy y Lino Oviedo,
y comenta anécdotas de la persecución que sufrió su familia y revela su pasaje
bíblico preferido.
|
Monseñor Fernando
Lugo |
- Gente que se dice de derecha desconfía de usted. Dice que
viene a implantar una ideología izquierdista.
- Pero también hay gente
que se dice de izquierda y que dice que yo soy de derecha, porque provengo de
una Iglesia paraguaya conservadora. La gente pudiente de derecha dice que soy de
izquierda. Depende del ángulo que se mire. Por encima de esas discusiones, mi
sueño es ver un país donde las instituciones funcionen, donde haya un respeto
irrestricto a la Constitución y las leyes, que creo tienen que ser un eje
fundamental de nuestra tarea para que la justicia funcione.
- Esos
grupos que lo impulsaron a lanzarse, ¿de qué ideología son?
- Yo leí en
ABC que muchos del Movimiento Tekojoja fueron tildados de pertenecer a la OPM
(Organización clandestina Político-Militar del ‘76). Pero pasaron 30 años. Hay
que ser realistas. Algunos son hoy líderes y luchadores sociales que palpitan
por un país mejor. Paraguay es uno de los pocos países donde la izquierda no se
desarrolló como en otras naciones por la represión de la dictadura. El mismo
Stroessner se encargó de descabezarla. Además, hoy vivimos en un contexto
diferente. Creo que a nadie le asusta que alguien sea de izquierda o de derecha.
- Ni a los Estados Unidos.
- Ni a los Estados Unidos. La gente
quiere la solución de sus problemas cotidianos, un cierto bienestar económico,
trabajo para todos. O sea que la solución de los problemas no pasa por las
ideologías sino por la voluntad política de hacer o de dejar de hacer los
problemas de hoy en día.
- ¿Cuánta es la responsabilidad de los
colorados para que Paraguay se haya convertido en el país más atrasado de
Sudamérica?
- Una de las llagas del régimen de gobierno es la
corrupción. Adonde uno va le preguntan por la corrupción del Paraguay. La
administración pública no goza de credibilidad. Los negocios ilegales, el
contrabando, el robo campean en nuestro país. Es así porque estos hechos están
institucionalizados, donde la falta de respeto a la Constitución y las leyes
proviene de las mismas autoridades, en complicidad con magistrados del Poder
Judicial. Tenemos que empezar un proceso de transparencia real dejando afuera a
los hombres escombro, que la administración de justicia deje de ser un coto de
los partidos políticos o que sea cautiva de los políticos como hoy en día. La
justicia tiene que estar con manos libres para actuar así, como su nombre lo
dice, con justicia, igual para todos.
- ¿Cuál es su opinión de Nicanor
Duarte?
- Nicanor tiene, como muchos, sus grandes virtudes y sus grandes
falencias. Yo creo que más sus falencias le han llevado a un gran deterioro de
su popularidad, sobre todo su demagogia, su mentira, su incumplimiento de las
grandes promesas electorales. Es increíble cómo sigue pensando que está en
campaña electoral a pesar de que las elecciones se acabaron para él hace más de
tres años.
- ¿Es cierto que usted tiene una estrecha amistad con el ex
presidente Wasmosy?
- No. Yo creo que el mismo ex presidente Wasmosy
desmintió al presidente Duarte.
- Nicanor dijo que usted farreaba con
Wasmosy en Mburuvicha Róga.
- En muy pocas oportunidades estuve con el
ex presidente Wasmosy y fueron por temas puntuales. El Presidente falta a la
verdad cuando dice que participé de fiestas con él.
- ¿Por qué cree que
habla así?
- Posiblemente porque está mal informado o porque quiso
involucrarme con malicia en algo que no he hecho.
- ¿Cuál es su opinión
del caso Lino Oviedo?
- Hay muchas cosas que en este país necesitan
clarificarse. Necesitamos saber realmente qué pasó en el marzo paraguayo, pero
con todas sus letras, con todo lo que está todavía en la sombra, con todo lo que
todavía no se ha dicho. Muchas cosas conocemos, pero otras desconocemos. Creo
que, algún día, una justicia autónoma, independiente, nos aclarará a través de
una seria investigación cuáles fueron los prolegómenos, las motivaciones, el
hecho de cómo se han desencadenado y las consecuencias de ese tan doloroso marzo
paraguayo.
- ¿Usted lo visitó a Oviedo en la cárcel militar de Viñas
Cue?
- Sí, lo visité. El me ha pedido varias veces que lo visitara. Yo
no me he negado a conversar. Converso con todos. No se pierde nada conversando
con las personas. Fui a visitarlo. Le escuché.
- ¿Le pidió algo?
- Me explicó que él, como político, también tiene un proyecto de país,
que tiene un programa, que es factible sacarlo de esta situación de pobreza y
miseria. Lo escuché. Intercambiamos ideas. Pienso que no todo lo que se ve
refleja la realidad. Necesitamos en el país la clarificación de muchos hechos
que han acontecido, como la muerte del general Rosa Rodríguez, así como la
muerte de Argaña que está rodeado de luces y sombras. Alguna vez la historia
juzgará y clarificará lo que realmente aconteció.
- ¿Está correctamente
preso para usted?
- Yo no soy juez para juzgarlo. Yo creo que hay
procesos viciados, procesos que no reflejan realmente la búsqueda de una
justicia, pero creo que el ciudadano Lino Oviedo, si tuvo la voluntad de venir a
presentarse... Es decir, es más una cuestión técnica que tiene que estudiarse en
el campo jurídico y en el campo político. Lastimosamente están mezcladas la
cuestión jurídica y la cuestión política. Yo sinceramente creo que es una
cuestión más política que jurídica la situación de Lino Oviedo.
- ¿Por
qué algunos dicen que usted está financiado por Chávez?
- (se ríe) Yo,
al presidente de Venezuela no lo conozco. Nunca tuve relación con él. Creo que
el comandante Hugo Chávez es un líder que tiene una presencia en la región. Creo
que ha comenzado un proceso de hacer política diferente buscando un socialismo
del siglo XXI. Creo que los grandes recursos que tiene Venezuela y que él los
utiliza en favor de las grandes mayorías y de haber roto los beneficios y los
privilegios de la oligarquía de ese país han sido motivo de críticas por un lado
y motivo de alabanzas también por otro lado. No tengo el fin de la película,
pero su reelección es un signo evidente de que es un líder que goza de una gran
popularidad en su país.
- ¿Cuál es su opinión de Evo Morales?
-
Yo creo que Evo rompió el paradigma tradicional en la política boliviana y
latinoamericana. Su extracción de pueblo originario le da todo una simbología al
ejercicio del poder en Bolivia. Creo también que Evo busca soluciones creativas
a problemas complejos que hace tiempo el país estaba siendo víctima. La búsqueda
de nacionalizar las riquezas, gas y de buscar una relación mucho más
transparente con los grupos de poder de su país y también de fuera, yo creo que
ayuda a transparentar la política nacional de Bolivia.
- ¿Usted haría lo
mismo?
- Paraguay es un país diferente. Los modelos de Venezuela y de
Bolivia no son comparables. Paraguay tiene que iniciar un proceso diferente. Los
modelos de Bolivia, de Argentina, de Brasil, de Chile, Uruguay o Venezuela nos
pueden iluminar, pero no nos sirven. Nosotros tenemos que buscar la solución de
los problemas nuestros, no tratando de imitar. Yo creo que el problema paraguayo
es similar, pero tiene su diferenciación con los países de la región. Tenemos
que buscar una solución al estilo nuestro y la manera cómo somos capaces de
hacerlo.
- En ese sentido, los gobiernos colorados casi no privatizaron
nada y el Estado es un animal jurásico. Hoy tenemos la crisis del cemento.
- Claro, continúan siendo ineficientes las empresas estatales. Yo me
imagino una empresa mixta, donde lo estatal y lo privado se complementen
armoniosamente.
- ¿Si usted fuera presidente qué haría?
-
Buscaría conjugar una economía mixta, donde la inversión privada, las
multinacionales, las estatales, se puedan conjugar armoniosamente y que haya
leyes bien claras que puedan guiar este tipo de inversión y de producción.
- ¿Usted es pariente de Méndez Fleitas?
- El fue mi tío, hermano
de mi mamá.
- ¿Cuántos son?
- Eramos seis hermanos, dos han
fallecido. Yo soy el último.
- ¿De qué partido eran sus padres?
- Mi padre Lugo Ramos y mi madre Méndez Fleitas son de extracción
netamente colorada. Mi padre era un político colorado que no comulgaba con el
régimen y mi familia fue perseguida desde que tengo razón en mi infancia.
- ¿Usted conoció a Méndez Fleitas?
- No. Cuando se fue al exilio
yo tenía 4 ó 5 años. Lo he visto una vez en Buenos Aires en el ’76 y por haberlo
visitado, al regresar me tomaron preso en la frontera.
- ¿Dónde?
- En Encarnación. Fue al volver de Buenos Aires. Al llegar a Encarnación
ya sabían que estuve con él. Me llevaron a la Marina.
- ¿Cuántos años
tenía?
- Tenía 25 años. Estaba por terminar el seminario. Me confiscaron
discos, libros que me regaló. En la Marina me desnudaron, una tortura
sicológica.
- ¿Vigilaban la casa de Méndez Fleitas en Buenos Aires?
- Siempre vigilaron así como también vigilaron siempre nuestra casa en
Encarnación. Siempre estuvimos controlados. Había una especie de
amedrentamiento.
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