ENERGÍA-AMÉRICA DEL
SUR:
Cumbre impregnada de
etanol
Por Humberto
Márquez
CARACAS, 13 abr
(IPS) - Los presidentes de América del Sur
se verán el martes 17 en la Isla de Margarita, noreste de Venezuela, en una
reunión consagrada a la cooperación energética y marcada por la polémica global
en torno a los biocombustibles, tras el pacto de Washington y Brasilia para
impulsar el alcohol carburante.
A sabiendas de que sus
posturas son divergentes e impregnadas de geopolítica, y de que no quieren
fracturas sino negocios conjuntos, los gobernantes sudamericanos descartaron
formalmente el lenguaje de confrontación y apelan al de "paz y amor" y a la
"persuasión" en la defensa de sus puntos de vista.
En los borradores de
la que será declaración conjunta, los delegados de los gobiernos reunidos la
semana pasada en Caracas coincidieron en que el gran objetivo es reducir la
pobreza y las asimetrías entre sus pueblos, con esfuerzos de investigación,
desarrollo de proyectos e intercambio de tecnologías energéticas.
Pero
en apartados como el de biocombustibles, y en particular en el desarrollo
posible del etanol, carburante extraído de cultivos como caña de azúcar y maíz,
no hubo consenso en esos trabajos iniciales, y los ministros de Energía y
cancilleres deberán zanjar la cuestión en sus reuniones del próximo lunes, según
trascendió.
Brasil pactó en marzo con Estados Unidos, en visitas
recíprocas de los presidentes Luiz Inácio Lula da Silva y George W. Bush,
desarrollar un mercado mundial de alcohol carburante hasta quintuplicar, en 10
años, la actual producción mundial de 40.000 millones de litros anuales de
etanol.
Tras esa alianza, el presidente cubano Fidel Castro criticó la
nueva política de agricultura con fines de energía como una
"internacionalización del genocidio" y una "condena de muerte anticipada" para
300 millones de hambrientos que no conseguirían alimentos de vegetales
destinados a manufacturar combustibles.
El venezolano Hugo Chávez, que
hasta febrero había pactado con Brasil y Cuba siembras de caña y construcción de
plantas para obtener etanol, dio un giro de 180 grados ante lo que llamó
"problema ético y ecológico", es decir, "la locura que significa producir
alimentos pero no para las personas, sino para los automóviles de los ricos".
Chávez dijo que en la cumbre de isla Margarita pedirá a Brasil y a
Colombia (que también acordó con Estados Unidos un programa de biocombustibles)
que "utilicen sus tierras para producir alimentos para los 300 millones de
hambrientos de América Latina y el Caribe".
En Brasil, el asesor de Lula
para asuntos internacionales, Marco Aurelio García, observó que Chávez y Castro
"usan el etanol como combustible ideológico, cuando debería ser sólo
combustible", pero acotó que Lula se abstendrá en Margarita de enfrentamientos y
usará "un estilo de pacto positivo, de paz y amor".
Castro y Chávez
"vieron de repente en Lula un competidor en el mercado de crudos de Estados
Unidos y salieron a defender ese nicho, la base del ingreso petrolero venezolano
de 70.000 millones de dólares anuales", comentó a IPS el analista político
opositor Manuel Malaver.
Las declaraciones de Chávez "no pasan de ser
marketing político, un esfuerzo para valorizar el petróleo, principal producto
de exportación del país", observó el coordinador del Instituto Brasileño de
Relaciones Internacionales, José Flavio Sombra Saraiva.
En uno de los
discursos en los que atacó los planes de producción de etanol, Chávez dijo que
América Latina "no tiene por qué preocuparse por el suministro energético, por
lo menos por 100 años, porque todo el petróleo que necesita está en Venezuela, y
podemos producir, durante 300 años, tanto gas como el equivalente al etanol que
Estados unidos consumirá según sus planes".
Más allá de esta polémica,
la cumbre hará de sombrilla y pasará revista a las iniciativas y proyectos en
marcha, de carácter regional o bilateral, que han puesto la energía como pivote
de la integración enmarcada en la Comunidad Sudamericana
de Naciones.
El canciller venezolano Nicolás Maduro recordó que se
tratará sobre el Gasoducto del Sur, el proyecto de 8.000 kilómetros de
tuberías para llevar gas desde el Caribe en su país hasta el Río de la Plata,
así como sobre las iniciativas de cooperación petrolera estatal, conocidas como
Petrosur y Petroandina.
La cita dará lugar a numerosos encuentros
bilaterales y de grupos, comenzando porque el anfitrión inaugurará el domingo
una escuela latinoamericana de medicina, cerca de Caracas, con su homólogo
boliviano Evo Morales.
Lula hará una escala en la oriental ciudad de
Barcelona para colocar la piedra fundacional de una planta petroquímica
venezolano-brasileña. Las empresas estatales Petróleos de Venezuela y Petrobras
construyen además una refinería en el Nordeste brasileño.
A la cita
asistirán la mayoría de los mandatarios sudamericanos, además del primer
ministro de Trinidad y Tobago, Eric Williams. Se abstendrá de acudir el
mandatario uruguayo Tabaré Vázquez.
Margarita, una isla de
960
kilómetros cuadrados en el Caribe sudoriental, un destino
turístico de la clase media venezolana, es sometida a medidas de seguridad que
la han "blindado" para esta cumbre, según informó el ministro del Interior,
Pedro Carreño.
(FIN/2007)