El
país |
Domingo,
04 de Marzo de 2007
CHAVEZ, KIRCHNER,
BONAFINI, EL VIERNES A LA TARDE EN
FERRO
Un acto para que lo
vea George W.
Por
Martín Piqué
Del otro lado del río,
George Bush. De este lado, Hugo Chávez. La visita que el mandatario venezolano
hará esta semana a la Argentina lo volverá a ubicar en el lugar que más le
gusta. Será el portavoz del discurso antiimperialista, en una escena que será
transmitida por televisión y lo mostrará rodeado de miles de simpatizantes
argentinos. Como en Mar del Plata y Córdoba, Chávez encabezará un acto masivo
gracias a la colaboración –esencial pero al mismo tiempo discreta– del
anfitrión. Nada menos que Néstor Kirchner. El acto será el viernes a las 18 en
el estadio de Ferro, Caballito. La presentadora será Hebe de Bonafini, luego
hablará el venezolano. Chávez estará un día y medio en Buenos Aires y ya tiene
la agenda completa. En la Embajada de Venezuela confirmaron a Página/12 que
tiene previsto recorrer una de las plantas de SanCor –a la que Venezuela le
concedió un crédito para evitar que fuera vendida al magnate George Soros– y
dijeron desconocer el resto de sus compromisos. Otras fuentes involucradas en la
visita, argentinos que suelen viajar mucho a Caracas y otras capitales, dijeron
que Chávez aprovechará su llegada para preparar junto a Néstor Kirchner una
inversión conjunta que podría generar bastante impacto en la
región.
A diferencia de
casi todos sus desembarcos anteriores, el bolivariano no viene a suscribir
ningún acuerdo comercial o de intercambio de maquinarias agrícolas por petróleo.
Diecisiete convenios de ese tipo se firmaron en Puerto Ordaz a mediados de
febrero, cuando Kirchner viajó a Venezuela para inaugurar el pozo conjunto entre
Enarsa y Pdvsa en la faja del Orinoco. Esta vez la visita es esencialmente
política. Y se decidió durante la estadía del Presidente en el oriente
venezolano. La idea era obvia pero no menos efectiva (garantiza repercusión
mediática en todo el mundo): organizar un acto masivo en Buenos Aires al mismo
tiempo que Bush llegue a Montevideo para proponer un tratado de libre comercio
con Uruguay.
El evento
repetiría la fórmula utilizada en la contracumbre de Mar del Plata y
en julio en
Córdoba. La Casa
Rosada facilitaría logística, hombres y escenario para que
Chávez se luciera pero se preservaría evitando que asistan funcionarios de
primeras y segundas líneas. Según algunas fuentes que conocen mucho tanto a
ambos mandatarios, la propuesta surgió del venezolano y encontró una rápida
aprobación en el Presidente. Algunas versiones asociaron ese acuerdo tan
expeditivo con un pedido previo de Kirchner para que Venezuela comprara más
bonos de la deuda argentina. Lo cierto es que la única diferencia se produjo
cuando las organizaciones sociales K comenzaron a evaluar en qué lugar podía
hacerse el acto.
El diputado
Edgardo Depetri, titular del Frente Transversal y amigo personal del Presidente,
propuso hacerlo en el Luna Park. De todos los dirigentes de las organizaciones
sociales que simpatizan con Chávez, Depetri era el único que había acompañado a
Kirchner en su viaje a Venezuela. De muy buena relación con el ministro Julio De
Vido, Depetri había sido presentado en Puerto Ordaz como uno de los enlaces
entre el Presidente y los movimientos sociales. La propuesta de hacerlo en el
Luna Park reunía dos objetivos buscados por el Gobierno: aparentemente
garantizaba mejores condiciones de seguridad y haría que el acto no se
convirtiera en una concentración de decenas de miles en plena ciudad de Buenos
Aires. Quedaba claro: la Rosada quería una concentración que no superara las
siete mil personas.
El problema
surgió cuando la Casa
Militar de Venezuela escuchó la opinión de las otras
organizaciones. Libres del Sur, Barrios de Pie y la Federación de Tierra y
Vivienda evaluaban que las dimensiones del Luna Park harían que mucha gente
quedara afuera, quizá “hasta veinte mil personas”, advirtieron. Como
contraoferta propusieron la cancha de Ferro. Hebe de Bonafini apoyó esa
alternativa. Su opinión tenía mucho peso. Una de las condiciones que había
impuesto Chávez desde Venezuela era que la titular de la Asociación Madres de Plaza
de Mayo se encargara de coordinar entre los movimientos y fuera la presentadora
oficial del acto. Lo mismo se había acordado en el acto de la Universidad de
Córdoba, donde Bonafini presentó a Chávez y a Fidel
Castro.
La elección del
escenario se terminó de definir ayer a la mañana durante una reunión en la
Universidad de las Madres. En la noche del viernes, el secretario general de la
Presidencia, Oscar Parrilli, había comunicado que el Gobierno dejaba de insistir
con el Luna Park y daba libertad de acción a las organizaciones. La organización
quedaría en sus manos aunque con un monitoreo permanente desde la
Presidencia.