Artículo de Luisa Rebecca sobre Amaury Pérez

[Pedro Martínez Pírez <pmpirez@rhc.cu>]

> AMAURY PEREZ:  ENTRE AGUACEROS Y NOSTALGIASS
>
> Por Luisa Rebecca
>
> ³Escuchar cantar  Amaury es siempre una experiencia agradable, por el
color
> de su voz y su tono interpretativo, son muy càlidos y comunican fuerza de
> veracidad ty ternura a sus creaciones².
>
>                                                         Noel Nicola
>
>
>
> No recuerdo cuàl fue la primera canciòn  que escuchè de Amaury Pèrez, por
> allà, cuando tenìa unos siete u ocho años y descubrìa, como padres de la
> Nueva Trova Cubana a Silvio, Pablo y Amaury, los màs internacionales de
esa
> corriente cubana.  Debiò haber sido ³Dame el Otoño² o ³A Que te Olvide²,
con
> las que me quedo, a las que recurro siempre y hasta me llevarè al màs
allà.
> En ellas todavìa descubro imàgenes nuevas cada vez que las escucho.
>
> Màs allà de ³Ojalà², ³Unicornio², ³Yolanda², ³Años² o ³Para Vivir², Amaury
> era el otroS   El de la otra perspectiva, el de la otra imagen, el del
mismo
> sentimiento, pero desde otro àngulo, el de la otra manera de sufrir.  El
que
> contaba lo otro, el que gustaba a un pùblico todavìa màs selecto, que màs
> que gozar una canciòn, prefiere ³darle mente², sufrirla y gozarla y volver
a
> escucharla una y otra vez y ver la diferencia.  Con èl aprendì a dar valor
a
> la palabra, màs allà de la voz, el valor de lo inesperado e innusual, la
> necesidad de ver què nos dirà en la otra estrofa, con què nos sorprende
en
> la centesimal vez que la escucho.
>
> El cantaba lo otro.  La vivencia, el sufrimiento, el desamor, el dolor, el
> rechazo, la soledad.  Es el que asume la realidad de no ser querido, a
pesar
> de ³Encuentros² o ³Porque  ya no me vas a Querer².  Es èl quien canta al
> hombre solo, al que ³Vino Triste² y al que tambièn se ha dejado arrastrar
> con furia de huracàn por un amor.
>
> Aquellas copias, de  copias, de copias de copias en cassettes que
circulaban
> entre los amigos fueron enrrolladas una y otra vez.  Me autografìò una de
> ellas en Fiesta Caribe en el 1988, concierto que grabè y luego perdì.  Se
lo
> prestè a un amigo y adiòs.  Desde entonces no presto discos.  En ese
estaba
> la canciòn dedicada a los trasvestis que èl escribiò, cantò y nunca grabò.
> En torno a ella luego hablamos el 22 de setiembre de terremoto,
inolvidable
> sobre todo para quienes viven en torres de apartamentos en nuestra ciudad
de
> Santiago.   Le preguntè por ella y me pidiò que se  la enviara.
>
> A veces muy urbano, light, entusiasta, superficial, ligero, pero otras
> veces, las que màs, nos sorprende con una profundidad que ralla en lo
> desgarrante y toca donde otros no van, ni en la  forma, ni en el fondo.  A
> veces muy rock, otras coquetea con un bolero, unas veces con grupos, con
> distintos mùsicos, otras a guitarra limpia, otras buscando reflexiòn,
> ùltimamente mucho màs cuidado en tèrminos musicales, logrando una superior
> calidad, como en el caso del disco ³Equilibrio² donde incluye a Hernàn
Lòpez
> Nussa, Niurka Gonzàlez y Eduardo Ramos.
>
> Otras veces con una marcada preocupaciòn por la vida urbana, por ³la
basura
> recièn importada² o ³porque los inteligentes no estàn de moda² o porque
> vivamos en la ³era del tal para cual.²
>
> Estamos ante un gran lector, pasiòn que ha dejado sus resultados en sus
> canciones, tenemos a un autor maduro desde los 20 años, el que nos
revuelve
> la consciencia, que ataca los dominios y cuestiona verdades, el que recoge
> versos de Martì, Dulce Marìa Loynaz, Nicolàs Guillèn o Miguel Porcell y
los
> hace suyos pponièndole mùsica y corazòn.
>
> Amaury, con un canto de esperanza como ³Mañana es Domingo², dàndonos
muestra
> de còmo nanejar ³amores difìciles², galopando sobre ³La Ansiedad², tocando
> los extremos desgarrantes del arrebato o el desamor, nos trae lo
inesperado,
> nos envuelve en un bolero en Paris o Sidney, nos libera y nos domina, nos
> hace volar y nos subyuga.
>
> Escarbar en los adentros, màs allà, hasta lo que duele, para despuès
> demostrarnos que una canciòn sì puede redimirnos, y reinventarnos, nos
salva
> o a veces quiere vernos sangrandoS
>
> O darnos como ³castigo una noche de aguaceros, la luna para atar los
> suspiros, una sonrisa que devora nostalgias, unas ventanas desafiando el
> aire frìo, el azar para que invada los dominios o la prisa de un olvido no
> anhelado², quizàsS
>
>
>
>
>