|
|
|
Luis
Martínez
Moreno,
retratado por Theo
Constante. |
|
|
|
Junio 29,
2007
Sergio
Pérez
Crítico.
Hoy se cumple un mes del fallecimiento del
periodista y crítico de arte Luis Martínez Moreno,
conocido como Zalacaín. Nació en Guayaquil el 23 de marzo
de 1923.
A los cuatro años viajó a Chile, donde estudió con
padres franceses en la ciudad de Concepción. A su regreso al Ecuador
ingresó al colegio
Vicente Rocafuerte y luego obtuvo una licenciatura
en Ciencias Sociales y Políticas en la Universidad de
Guayaquil.
El contagioso entusiasmo de el Chileno, como le decían sus
amigos, rápidamente ganó ascendencia como un líder en el cultivo de las
artes, particularmente artes plásticas, escénicas y musicales. Instruido
por el español Paco Villar, Martínez fue profesor de teatro de los
colegios Guayaquil y Veintiocho de Mayo, entre otros, pero es en su
carrera como periodista cultural que dejó la huella de su razón de
ser.
Bajo los seudónimos de Don Lucho y Zalacaín,
trabajó en EL UNIVERSO de 1956 a 1972. Y en El Telégrafo de
1972
a 1985. Escribió también en el Expreso, Vistazo y
otras publicaciones.
Como crítico y comentarista mantenía siempre
informada a la comunidad sobre los espectáculos internacionales que
llegaban, como los ballets de Rusia y Estados Unidos. Fue también
cronista e historiador de los sucesos culturales más relevantes, tales
como la oposición de la crítica cubana Martha Trueba a Guayasamín.
Martínez reconoció los argumentos de las partes afirmando,
eso sí, la gran estatura artística de Guayasamín más allá de toda
discusión. Escribía igual sobre Picasso como de Viola o Pedro Lobos, el
gran pintor chileno, quien al ser entrevistado por Martínez ofrecía
interesantes puntos de vista sobre la plástica ecuatoriana. Eso sí,
Martínez no admitía esto del “arte por el arte”. Sostenía que el
arte debe estar siempre comprometido al servicio del
hombre.
Alrededor de Martínez se concentraron los intelectuales más
brillantes del Ecuador agrupados y conocidos como La Manga. Fue un
invitado permanente a la Bienal de Pintura y al Festival de Ballet de
Cuba, donde alternaba con Guayasamín, Alicia Alonso, Omar Rayo y el mismo
Fidel Castro. Su vida austera atestiguaba su obsesión con la rectitud y
sus ideales de izquierda. Más que una postura política, fueron siempre
ideales espirituales ejercidos por este humanista sin par en el devenir de
la vida cotidiana.
BREVES
PENSAMIENTO Luis Martínez Moreno, o Zalacaín, decía: “Lo que
importa en la obra de un artista no es lo que dice, sino su dosis total de
vitalidad”. Otra frase suya también fue: “Pintar aunque no lo crean,
y no lo parezca, es algo más que vivir. Es sencillamente no
morir”. |