VENEZUELA:
LA MAREA
ROJA LOS TIENE ACORRALADOS
Por Luciano Wexell
Severo.
La consternación de los EE.UU. con
relación al avance de la Revolución Bolivariana es tan brutal que ni
siquiera el más ingenuo ciudadano debería asombrarse por sus posibles
acciones en Venezuela durante las próximas semanas. Es admirable que
Chávez, alimentado por una intensa relación con su pueblo, a pesar de
todas las presiones y armadillas, haya conducido de forma casi impecable
las políticas gubernamentales, interna y externamente. Pese a los
problemas que aún existen, pese a los errores que todavía se cometen,
Venezuela avanza por buen camino.
La economía venezolana obtuvo elevado
crecimiento por el decimosegundo trimestre consecutivo, con importantes
caídas del desempleo, la inflación, la pobreza y las tasas de interés.
El motor de la activación económica es la expansión de los precios
internacionales del petróleo. Los hidrocarburos son y continuarán siendo
por mucho tiempo el agente más eficaz y dinamizador de esta economía.
Pero algo ha cambiado en los últimos años: se están aprovechando los
recursos petroleros para invertirlos directa o indirectamente en otros
sectores; lo que debe garantizar, a mediano plazo, un proceso de
diversificación productiva y de desarrollo sustentable.
Internamente, el petróleo está
financiando la estructuración y el fortalecimiento del mercado nacional,
el llamado desarrollo endógeno, con un proceso soberano de
re-industrialización, la creación de nuevas empresas básicas e
importantes obras de infraestructura. Los recursos que antes eran
canalizados para las transnacionales o para cuentas bancarias de los
sectores internos privilegiados, pasaron a significar un arma del Estado
para combatir la pobreza, la economía rentista, improductiva e
importadora. Externamente, el petróleo ha sido instrumento para la
integración latinoamericana y para la construcción de un mundo
multipolar. Venezuela ha asumido una nueva posición en sus relaciones
internacionales: intenta diversificar la producción y las exportaciones;
diversificar los orígenes y los destinos del intercambio, no de
pendiendo comercialmente de un país comprador o un país proveedor.
Nadie debería olvidarse que el verdadero
adversario de este proceso de cambios estructurales es el imperio
norteamericano. Sería mucho menos complicado sacar un país de la
dependencia económica y rescatar un pueblo de las miserias (material y
espiritual) sin tantas amenazas, sin tantos obstáculos, sin las manos
sucias del Departamento de Estado y de la CIA. Evidentemente hay fallas
que son propias del gobierno, y Chávez es el primero en reconocerlas y
combatirlas públicamente; pero las fallas determinantes son aquellas
inducidas, son las injerencias, las conspiraciones, las agresiones
comerciales, los bloqueos tecnológicos, el estímulo al error, la compra
de conciencias, el financiamiento externo a la traición nacional.
Ahora vienen las elecciones
presidenciales, otra vez. Ningún país del mundo ha pasado por tantos
comicios electorales en tan poco tiempo. Y esto es lo peor para los
norteamericanos: la construcción de una Patria libre, soberana e
igualitaria sin desencadenar una guerra civil, una profunda
transformación sin fusilamientos de los golpistas, sin represión a la
millonaria prensa fascista, sin eliminar el artificio del voto -aunque
en muchas de las denominadas democracias occidentales el sufragio se
haya convertido en un disfraz de dictaduras. Parece no existir ninguna
garantía de que esta sea la mejor forma de hacer una verdadera
revolución. Pero este es y debe continuar siendo un problema de los
venezolanos, de su gobierno, de su pueblo, de sus hombres y mujeres, que
están diseñando su propio destino día-a-día.
Todos los cambios estructurales y de las
relaciones de poder han marchado sustentados en la Constitución de 1999,
elaborada y aprobada con intensa participación popular, y en las leyes y
reglamentos de la República. No hay ninguna sorpresa, no hay trucos ni
engaños. Hay mucho más discusión, debate y libre circulación de
opiniones e informaciones, que en cualquier otro país. Claro está que se
profundiza el combate a la enfermedad del latifundio, que se mantiene el
soberano control del flujo de capitales, que se frenaron las
privatizaciones/desnacionalizaciones, que se garantizan mayores derechos
a los trabajadores, que se recaudan efectivamente los impuestos. ¿Cuál
es el crimen? ¿Cuál es la violación? Se trata de un país reedificando su
estructura, reorganizándose, corrigiendo históricas distorsiones. El
“crimen” es que el objetivo final del Gobierno Bolivariano es conquistar
la definitiva independencia económica y, consecuentemente, la plena
justicia social, es decir, avanzar rumbo al socialismo.
Vienen las elecciones del 3 de
diciembre: Chávez contra Bush, Nuestra América contra la anexión
imperial. Están lanzadas las fichas. El gobierno norteamericano tiene su
candidato: Manuel Rosales, gobernador de Zulia, ex-miembro del casi
extinto partido Acción Democrática (AD) y fundador de la agrupación
“Nuevo Tiempo”. El poderoso estado de Zulia produce el 54% de la cesta
venezolana de petróleo, detenta el 40% de las reservas de gas natural,
posee inmensas reservas de agua, genera el 35% de la producción
agroalimentaria nacional, aporta el 70% y el 45% de la producción
venezolana de leche y carne respectivamente, alberga parques
industriales estratégicamente localizados, puertos, aeropuertos y
excelentes vías de acceso hacia el interior del país y la frontera con
Colombia. En abril de 2002, Rosales firmó lleno de regocijo el decreto
de posesión de Pedro Carmona y mantiene estrechas relaciones con la
mafia cubano-venezolana de Miami.
Todo demuestra que los grandes medios
privados, asociados a los intereses internacionales sobre el petróleo,
seguirán con la resonante y millonaria campaña artificiosa que difunde
un candidato “único” de la oposición. Rosales, el “petiso hermético”, se
transformó ahora en la única alternativa. Incluso ya reluce más alto y
sonriente, casi simpático. Según estos medios, está volando en las
encuestas, aproximándose rápidamente a Chávez. Y la denominada “sociedad
civil”, en pie de lucha, está perdiendo el miedo y decidió cambiar. La
gente despertó y va a tomar la calle contra los ocho años del “rrrégimen
chapista”. Es lo que se vocifera por las grandes cadenas televisivas,
radios, periódicos y revistas. De tanto mentir, creyeron en su propia
mentira y se volvieron locos: están casi celebrando la victoria. Sus
instructores de la CIA no están locos, para nada. Tienen muy claro su
plan. Igualito lo hicieron hace cuatro años. Asquerosa y peligrosa es la
mezcla entre locos y bandidos.
Conforme alertó Chávez, esta es la
primera escena del show que los norteamericanos están armando desde hace
mucho tiempo. Absolutamente todas las encuestas divulgadas apuntan larga
ventaja de Chávez (por lo menos 30% al frente). A pesar de esto, algunos
medios insisten con la tontería de que Rosales va avanzando en las
encuestas… Paralelamente a esto se ha desarrollado una disimulada y
feroz campaña en contra del poder electoral, contra el árbitro, el
Consejo Nacional Electoral (CNE) y sus reglas. Chávez también ha
advertido sobre la posibilidad de que adopten una alternativa
desesperada si acaso el candidato Manuel Rosales no prosperara ni
siquiera en las encuestas falsificadas: intensificarán las agresiones
contra el CNE. Exigirán que se eliminen las máquinas capta-huellas, que
se cuenten los votos manualmente uno a uno, que s e les regalen unos 500
mil votos de ventaja antes de abrir la primera urna… Es decir, harán mil
y una exigencias. La última reclamación posiblemente será un disparate,
algo imposible que el CNE consienta.
Recordemos que en las elecciones
parlamentarias de diciembre pasado, la oposición presentó 13 reclamos y,
a pesar de desatinados, el CNE cumplió con 12. Patéticamente, la
solicitud nº 13 se trataba sencillamente de desplazar el propio CNE como
árbitro del proceso electoral. Resultado: la oposición, consciente de su
derrota, se fugó de los sufragios alegando inseguridad y falta de
garantías de elecciones limpias. El planeta entero asistió a estos
patéticos acontecimientos. Peor, como si fuera victima, la oposición
acusa al Gobierno Bolivariano de concentrar el 100% de los diputados de
la Asamblea Nacional.
Si acaso ocurriera nuevamente esta
situación, Chávez ya presentó una respuesta a la altura: si la
oposición/EEUU no quiere participar en elecciones democráticas y si se
toma en cuenta que la gran mayoría de los venezolanos quiere profundizar
aun más la Revolución, aprovechemos esta gran oportunidad para realizar
un nuevo referéndum nacional. Esta consulta trataría sobre la
posibilidad de aprobar reelecciones presidenciales por tiempo
indeterminado. Es un juego de ajedrez. Por eso, hoy como nunca, son tan
importantes las excelentes relaciones de Venezuela con China, India,
Irán, Rusia, los avances integracionistas en Latinoamérica y el
definitivo ingreso al MERCOSUR.
Si en un extremo está la posibilidad de
que los imperialistas intenten asesinar a Chávez, generando una
convulsión continental sin precedentes y corriendo el riesgo de perder
aun más el control de la situación en la región, en otro está la
posibilidad más factible de que maten o hieran al propio Manuel Rosales,
culpando al “rrrégimen” por el crimen y generando un ambiente de caos,
que pudiese ser utilizado incluso como justificativa para una
intervención extranjera.
Todo lo que sea terriblemente macabro y
sombrío es realizable para un imperio decadente, podrido y desesperado
por petróleo. Es viable para los bandidos de la Embajada de EE.UU. en
Caracas, los matones del Pentágono o los agentes de la CIA. Además, como
es públicamente conocido, no sería la primera ni la última vez que
cometerían crímenes de este tipo y con estos propósitos. Un
acontecimiento tan brutal igualmente pudiera poner fin a la vida de
dirigentes del partido Primero Justicia o de la asociación civil SUMATE,
financiada por la Fundación Nacional para la Democracia (NED) del
Departamento de Estado. Otro detalle: los criminales Carlos Ortega y los
militares Faría, que desaparecieron hace algunas semanas de la cárcel de
Ramo Verde, todavía están desaparecidos. No nos sorprendamos si en los
próx imos días se “descubra” que fueron asesinados.
En este momento, generar disturbios y
anarquía es la palabra de orden de la oposición/EE.UU. para intentar
movilizar a la gente y calentar las calles. Faltando pocos días para la
elección, todavía siguen por el camino electoral, financiando y
promocionando al Mr. Rosales con dólares del exterior. Los principales
medios siguen intentando convencer al mundo –ya muchos venezolanos están
plenamente convencidos- que el incuestionable destino de Rosales es el
Palacio de Miraflores. Después, cuando se agote el cuento, ¿Qué harán?
Para los EE.UU. todo es posible. Los violadores y carniceros de Abu
Ghraib, de Irak, Afganistán, Yugoslavia, Líbano, no tienen límites. Son
los mismos verdugos de Luther King, Jonh Lennon, Malcon X, del
presidente Allende, del Che.
Pueden apostar –y cuentan con aliados
internos para esto- en la desestabilización y la violencia. Aun después
del tsunami rojo que tomó Caracas el último domingo, que superó las
expectativas del revolucionario más optimista, es fuerte el olor a
“guarimba”. Por allí y por allá se escucha la espontánea recomendación:
“Por si acaso, vete al mercadito de la esquina y compra bastante agua,
velas y enlatados”. ¿Estarían los señores imperialistas dispuestos a
aceptar seis años más de Chávez? Están completamente acorralados,
aplastados contra la pared por la marea roja, tramando una salida.
Por eso la importancia de que las
organizaciones populares se mantengan en alerta y movilización
permanente en defensa de la Revolución Bolivariana. En las elecciones de
3 de diciembre, concurren dos proyectos históricos: el bolivariano,
encarnado en Hugo Chávez, contra el imperialista, representado por los
demás candidatos. No se trata de un sufragio limitado por las fronteras
de Venezuela. Se juega, una vez más, el destino de toda la Patria
Grande. ¡Uh, ah, Chávez no se va!
VENEZUELA:
EL VOTO
ROJO, ROJITO.
Por Julio Cesar Colmenares.
Este próximo domingo el pueblo venezolano le va a
pasar tremenda factura a la oligarquía venezolana, a los medios
partidistas de comunicación, a la rancia oposición y sobre todo al
imperialismo gringo cuando la mayoría de los revolucionarios salgamos a
depositar nuestro voto rojo, rojito. Ya hemos dado una pequeña
demostración el pasado domingo cuando la capital del país fue desbordada
por el Tsunami que dejo boquiabierto hasta los mismos chavistas.
La marea roja fue impresionante, yo apenas pude llegar
al final de la avenida bolívar, ya que ese domingo estaba en una fiesta
preescolar de mi hija en una zona del este de la Ciudad, acto por lo
demás hermoso y mágico quedando un poco turbio al final del mismo cuando
la disociada gente presente comenzó a gritar la consigna “¡Atrévete!,
cosa por lo demás innecesaria porque nada tenía que ver la magia de los
cantos de los niños con la politiquería, pobre gentuza que no se pueden
contener, no pueden separar las cosas.
¡Atrévanse a llorar! Porque le vamos a dar una paliza
que jamás podrán olvidar y dudo que después del 3 de diciembre tengan
después ánimo de salir a las calles y autopistas a querer marchar.
Estuve por allí el pasado sábado mirando el caminar apesumbrado de los
marchistas de Rosales, caras tristes porque era evidente que la derrota
de su candidato era evidente. Siempre he considerado que lo de la
oposición a Chávez es una moda mediática, por lo menos deberían de
agradecerles a Chávez que por estos años los sacó de sus casas a conocer
a pie un poco Caracas, a que existe el centro de la Ciudad, de que sepan
que hay pobres con muchas esperanzas, de que el este no es
Venezuela.
El problema con los habitantes de las zonas del este
de la ciudad es que viven desconectados de la realidad y del pueblo, son
gente encerradas en su comodidad, llegan a un nivel de vida de bastante
apariencia, como bien lo dice Chávez, viven una vida privatizada; todo
lo deben, los gastos de alquiler y colegio son enormes, y eso que no
hablemos de los automóviles. No quita que una familia viva bien, pero
estar inmerso en una existencia privatista debe ser fuerte.
A mi me fascina la urbanización del Este, quien no
desea vivir por allá, pero no hay como disfrutar el palpitar de la
gente, estar en el centro de la ciudad rodeada de personas, ver la
sencillez de la vida en las plazas, la camaradería, los bares llenos con
sus borrachos o gente disfrutando de una bebida, ver a los niños
corriendo con sus patines, bicicletas, disfrutar de los grupos de
personas que se reúnen a dialogar, compartir.
Cuanto disfruto la vida en un barrio; casas sin rejas,
gente en libertad por allí, por acá. Cosa maravillosa fue ver el domingo
por la tarde, a eso de las 5 p.m. en San Martín, camionetas de pasajeros
llenas de gente de rojo, alegres, cantando, parejas de motorizados con
sus banderas rojas. Son esos momentos que te demuestran la sencillez de
las cosas, uno absorbe el calor de la gente, sus esperanzas, sus
alegrías y aún sus necesidades.
El pueblo que salió a marchar y a concentrarse en las
distintas avenidas son las que han sabido valorizar el proceso, sin
miedo, sin traumas, sin rabia, salieron simplemente porque están llenas
de esperanza. Que diferencia a las marchas y concentraciones de la gente
del este con la pobre gente de las clases populares engañada
mediaticamente, quienes unos temen un gobierno y que totalitarista que
quiere quitarle sus hijos, carros y casa, pero a los otros qué. Es
estupido esa forma de pensar la política.
Que satisfacción salir a votar con una conciencia
clara en lo político, esto no quiere decir que la mayoría de los
chavistas tengan tal claridad, eso se ve cuando los periodistas le
preguntan a la gente por qué apoya a Chávez; unos dice porque me dio una
casa, otros dicen porque obtuve esto o aquello, aunque a mi parecer debe
haber razones ideológicas e históricas porque uno vota por éste o por
aquel. En eso si tengo mucha paz porque desde el año 1988 he
evolucionado en ese pensamiento, claro Chávez en estos 8 años ha sido
para mi un tremendo tutor político.
Voto por él no porque haya recibido cosas de su
gobierno; hasta el momento no poseo casa propia, tampoco he logrado
algún crédito familiar o empresarial, la cooperativa que dirijo a
dependido más de los pagos por servicios de PDVSA que de otra cosa, me
beneficia mucho comprar en Mercal, no son muchas las cosas que he
obtenido, no porque no las tenga, sino porque nunca he relacionado
beneficios personales con el Estado, más bien me satisface es que la
gente más necesitada, especialmente los de pobreza extrema puedan asirse
de la justicia venezolana a través de este gobierno.
El voto rojo rojito es un voto de conciencia, un voto
para la liberación poli partidista, un voto que va más allá de una casa
a obtener, de un empleo en algún ministerio, de alguna dadiva del
estado, es un apoyo a un política de estado que está fundamentado en una
constitución que garantiza la libertad y felicidad del ser humano y del
colectivo social. Si alguien tiene duda de lo que Chávez busca para la
nación es porque no ha leído la constitución, se fundamentan en
hipótesis y temores.
Lo triste en todo este proceso es como sectores de
Clase Media, Iglesia Católica, Clase alta se unen para solo defender sus
privilegios y propiedades, eso es todo, no soportan que un negro
verrugoso que habla golpeado los represente como primer mandatario, se
acostumbraron a los tipos de buen hablar, educados, perfumados,
equilibrados, de buen vestir, no importa cuanto hayan desangrado al país
y lo hayan llevado a la miseria. Pero Chávez no, ese marginal que puede
convertirse en tirano, acaso no tuvimos tiranos en nuestra nación que
solo gobernaron para las elites.
Con ese voto rojo rojito estaremos garantizando un
gobierno de 14 años y más porque para sacar al país de abajo necesitamos
20 años más de gobierno con Chávez, de que vale repetir el sistema del
pasado donde cada 5 años un nuevo gobierno llegaba y tumbaba lo bueno
que hizo el anterior. Necesitamos un estado que de seguimiento a las
políticas que ahora las hace la gente. Esa es la otra cosa que no llegan
a comprender, la ignorancia la reflejan cuando temen de que Chávez se
atornille en el poder, pero resulta que lo que más desea él es que sea
las personas desde los estratos bajos los que construyan las políticas
de servicio, resguardo en la sana administración de los fondos
públicos.
Como no huelen a gente ni a pueblo llegan entonces a
desestimar a los desposeídos calificándolos de ignorantes, corruptos y
populistas, y uno se pregunta, ¿En 50 años de democracia representativa,
a dónde carajo estaban estas luminarias de empresarios?, si hacen alarde
de sus conocimientos gerenciales porque dejaron hundir un país así.
Ahora que las masas de organizan y van asumiendo protagonismo se les
acusa de comunistas y populismo.
Pueblo hay pa rato, serán estos 7 años de gobierno
revolucionario donde las masas van a crecer en experiencia gerencial,
van a saber cómo gobernar desde abajo, como levantar nuevas estructuras
y mecanismo para solucionar sus problemas, cómo elevar el nivel cultural
y político de la gente, como ir creciendo con conciencia socialista a la
clase media, cómo ir siendo un pueblo totalmente libre.
VENEZUELA:
LAS ÚLTIMAS ENCUESTAS.
Por Luis
Eduardo Gallo.
Los últimos sondeos de opinión,
realizados en el mes de Noviembre, por las empresas encuestadoras más
reconocidas de Venezuela, señalan que el Presidente de la República y
candidato a la reelección Hugo Chávez Frías triunfará con relativa
facilidad en la jornada electoral pautada para el próximo Domingo 3 de
Diciembre.
Según las mismas mediciones de opinión,
son muchos los factores que apuntalan esta victoria anunciada del actual
mandatario venezolano. Por una parte, el efecto de la diversas Misiones
puestas en práctica por el gobierno de Chávez, como las Misiones
Robinson y Barrio Adentro, que han permitido el acceso gratuito a
centenares de miles de personas a la educación y a la salud. Otro
programa exitoso de mercados populares, Mercal, más allá de hechos
puntuales de corrupción o ineficiencia, ha permitido que un elevado
número de venezolanos puedan adquirir alimentos baratos. Las misiones
sociales impulsadas por el Gobierno Nacional forman parte de una de las
políticas públicas de mayor penetración y evaluación positiva en la
historia de Venezuela, como lo afirmó hace algunos meses en un foro
sobre las Perspectivas Económicas de Venezuela, Luis Vicente León,
director de la consultora Datanálisis, una de las encuestadoras más
respetadas del país cuyas últimas mediciones pronostican una fácil
victoria del Presidente Chávez.
Otro elemento importante que incide en
lo que parece ser una segura reelección del actual Jefe de Estado lo
encontramos en las cifras de la macroeconomía. Expertos en la materia
reconocen hoy que, a pesar del tenso clima político que ha vivido
Venezuela, indicadores como el crecimiento del Producto Interno Bruto
(PIB,) el descenso en la tasa de desempleo y el control de la inflación,
para no hablar de un drástico aumento en el consumo, apuntalan el
porcentaje de aceptación del presidente Chávez, que luego de 8 años de
gobierno esta cercano a un impresionante 60%.
A pesar de que al gobierno de Chávez se
le atribuye un rotundo fracaso en materia de seguridad, resultado de los
altos índices de homicidios y otros hechos delictivos que ocurren en el
país, no es menos cierto que, con muy pocas excepciones, en aquéllos
Estados o Municipios donde gobierna la oposición, como el Estado Zulia,
donde se ha desempeñado por varios años como Alcalde y Gobernador el
principal contrincante de Chávez, Manuel Rosales, los índices delictivos
no son mas bajos que en el resto del país, razón por la cual una buena
parte de los venezolanos es bastante condescendiente a la hora de
atribuirle a Chávez responsabilidad personal por los fracasos del
gobierno que preside en materia de seguridad.
Pero más allá de las últimas encuestas
que le atribuyen el triunfo, de la positiva evaluación de las Misiones
Sociales, de las cifras de la macroeconomía, o del poco daño que
paradójicamente le hacen los altos índices delictivos, el hecho que
mejor explica la gran popularidad del Presidente Chávez, y su segura
victoria en las próximas elecciones, es esa constante identificación que
mantiene con los sectores populares y ese proceso de empoderamiento que
estimula con sus encendidas palabras entre los sectores más pobres y
vulnerables de la población venezolana. Ese proceso de empoderamiento
que propicia el Presidente Chávez y esa identificación que mantiene con
el pueblo, se hacen patentes cuando en medio de una gigantesca
concentración de sus simpatizantes, Chávez, visiblemente emocionado,
afirma que el próximo 3 de Diciembre, más que reelegirlo a él como
Presidente para un nuevo período constitucional, los venezolanos nos
reelegiremos para seguir conduciendo nuestro propio destino.
VENEZUELA:
MANUEL
ROSALES PERVIERTE LA DEMOCRACIA CUANDO OFRECE “UNIVERSIDAD Y NO GUERRA”
A LOS VENEZOLANOS MIENTRAS FAVORECE LAS RELACIONES PREFERENCIALES CON EL
IMPERIO.
Por Alberto Müller Rojas.
El candidato neoconservador demagogo,
ofreció en Timotes a esas familias andinas que “sus hijos irán a la
universidad y no a la guerra”. Y hace esa promesa justamente cuando el
proceso revolucionario, mediante la Misión Sucre, le ha abierto a las
clases populares decenas de miles de puestos en instituciones de
educación superior. Y, más aun, ha incentivado a millares de personas a
completar su educación media, a través de la Misión Rivas, para darles
acceso a ese escalón del proceso educativo. Son acciones que
evidentemente crean condiciones que favorecen la paz. Ellas desde luego
tienden a reducir las brechas sociales, disminuyendo las tensiones
generadas por la extremadamente desigual distribución de los valores
comunes. Pero en realidad la acción gubernamental -en esencia una
actividad que se desenvuelve entre los extremos de la paz y la guerra-
no se limita a la disminución de las presiones sociales internas.
Comprendiendo el fenómeno de la interdependencia entre los actores
internacionales, desarrolla una política exterior orientada hacia el
establecimiento de una multipolaridad que balancee la distribución del
poder para disminuir unos desequilibrios más profundos aun que los
existentes en el plano interno. Una conducta que complementa con un
establecimiento de defensa, ya lo suficientemente disuasivo como para
disminuir los riesgos de ataques directos contra el país. De allí que en
estos momentos los venezolanos tenemos un alto grado de certidumbre
sobre el porvenir del país. Mucho mejor, comparativamente, como lo
expresa el indicador de riesgo país, que el que exhiben la mayoría de
los pueblos del hemisferio..
Son ofertas como esa la que permiten
calificar a Manuel Rosales de demagogo. Un actor que pervierte la noción
de democracia, como lo han hecho los que pertenecen al movimiento
neoconservador venezolano –especialmente la mediocracia- y las llamadas
corrientes de centro que a la hora de la crisis actúan como derechas. No
puede hacer esta oferta quien favorece la relación estrecha entre el
Imperio y el Estado. Ella profundiza las asimetrías internacionales,
generando las condiciones para la aparición de la guerra. Tampoco puede
ofrecer la paz interna, cuando ya definitivamente anuncia el fin de las
misiones sociales igualadoras, para sustituirlas con el orden
extremamente jerarquizado derivado del funcionamiento del mercado. Una
situación política generadora de la violencia política y social interna,
y de un proceso de exclusión social ya conocido por nue stros
conciudadanos. Esas promesas sólo corresponden a lo que Norberto Bobbio
definió como “el adulador del pueblo” y se señala como la democracia
despótica, por cuanto se enraíza en la incultura y en las bajas
pasiones, no de uno, sino de muchos. Es el poder entregado, como si
fuera un juguete carísimo, a una multitud frustrada, incivilizada y con
ansia de venganza. Es un estilo engañoso e irresponsable de hacer
política.
VENEZUELA:
3D: LA
MESA ESTA SERVIDA PARA HACER DEMOCRACIA.
Por
Alexis Adarfio Marín.
Estamos en víspera de la Jornada de
Votación y Escrutinio para la elección del Presidente de Venezuela del
periodo 2007-2012, prevista para el domingo 03 de Diciembre de 2006.
En el entendido que técnicamente
concluyó la agitación electoral de la campaña y que todo está listo para
hacer democracia, vamos a comentar algunas enseñanzas que nos quedan,
así como el significado de este evento histórico.
En primer lugar, el Consejo Nacional
Electoral (CNE) está robustecido: a) creció rápidamente en apego a la
nueva cultura electoral con transparencia, celeridad y participación y
b) eliminó las razones institucionales y psicológicas para la
abstención: cortos periodos de registro, escasos centros de
empadronamiento, listas secretas, muertos que votan, manipulación
partidista.
Por otra parte, el entusiasmo y la
pasión del pueblo, expresado en las concentraciones y movilizaciones de
campaña de los dos candidatos principales, nos dicen en alta voz que la
intención de la inmensa mayoría de los electores es participar en las
votaciones del 3D.
Al carajo los políticos viciosos, no
tienen eco popular para enlodar el proceso electoral.
Muy bien, como los ACTORES-VOTANTES y el
ARBITRO-CNE están asumiendo el papel que constitucionalmente les
corresponde, decimos que la MESA ESTA SERVIDA PARA HACER DEMOCRACIA
votando el 3D.
La condiciones están dadas. No está
demás revisar el por que votar el 3D.
En el Siglo XXI, la votación es un medio
de orden y protagonismo en la sociedad venezolana, que trasciende el
resultado principal que todos ven “a leguas”, como es la elección del
presidente. Votar es una cuestión que debemos analizar sin influencias
triviales, con espíritu reflexivo, racional, observador y responsable
para interpretar su alcance y potencia real en la Democracia
Participativa.
* Votar es un mecanismo de participación
en la vida política del país.
* Votar es la razón moral para activar
otros eventos electorales asociados al próximo gobierno: consultivos,
revocatorios, abrogatorios y legitimación.
* Votar es el tratamiento
político adecuado para resolver la divergencia entre los venezolanos por
dos proyectos históricos antagónicos: Socialismo o Imperialismo.
La votación no es un fantasma que
aparece cada 06 años, donde el pueblo se retira y vuelve a la oscuridad
del silencio, como en la “cuarta”. Es un acto de voluntad que alimenta
el motor del poder soberano para la marcha perpetua de la sociedad
protagónica. Donde los triunfadores tienen el rol de gobernar y los
vencidos de contrapeso político, todos para garantizar el desarrollo
integral de los venezolanos. Hay que saber ganar y saber perder.
En esto ultimo, tenemos que ser muy
honestos. Quienes estamos convencidos que Hugo Chávez Frías ganará las
elecciones por abrumadora mayoría, ya que cuenta con el máximo grado de
simpatía en el pueblo, esperamos que el vencido haga oposición en base
al consentimiento de la minoría respetable que lo apoyo, pero en
obediencia a la mayoría gobernante: que nos aconseje, vigile, controle,
contenga arbitrariedades y corrupción, fundamentalmente que genere
opinión responsable, en espera del próximo momento electoral.
Nos vemos el 3D votando y escrutando
VENEZUELA:
LA “MAREA ROJA” EMPUJA A CHÁVEZ
HACIA LA REELECCIÓN.
Por Roberto
Aguirre.
A pocos días de los comicios, el
presidente de Venezuela supera al candidato de la derecha, Manuel
Rosales, por varios puntos de ventaja. El balance de una gestión que lo
ubica a un paso de renovar su mandato.
Las calles de
Caracas parecían moverse cuando, el pasado domingo, el presidente de
Venezuela, Hugo Chávez cerró su campaña con una enorme convocatoria.
Miles de personas con remeras y gorros rojos tiñeron el asfalto y
presenciaron el enérgico acto del candidato, que llamó a su pueblo a no
abstenerse al voto y a dar una lección en las urnas. El objetivo no es
ya ganar, sino superar el 60 por ciento de los votos conquistados en el
referéndum de 2004.
Venezuela quedará pintada de “rojo rojito”,
cuando el 3 de diciembre próximo sus habitantes se vuelquen a las urnas
y confirmen el triunfo de Chávez, que parece inminente por estas horas.
A las numerosas encuestas que lo ubican entre 10 y 20 puntos por encima
de su principal contendiente, el gobernador del estado petrolero de
Zulia, Manuel Rosales, se sumó un serio estudio de un grupo de
investigadores de la Universidad Complutense de Madrid, que indica que
la diferencia oscilará entre los 15 y 20 puntos a favor del actual
Presidente.
El domingo, Chávez prometió darles más
poder al pueblo y a las comunidades, “a la Venezuela profunda, a la
Venezuela anhelante, a la Patria que llora, que canta, que estudia, que
ríe, que camina, que avanza”. Y, de hecho, ya comenzó a hacerlo con los
Consejos Comunales y la inclusión del pueblo dentro de las estructuras
políticas, hecho que, inevitablemente, los hace partícipes del juego del
poder y reaviva la democracia.
Asimismo, Chávez comparó los índices de
pobreza de ocho años atrás con los actuales. “La pobreza extrema, hace 8
años, era de más de 21 por ciento; hoy está en un 10 por ciento, es
decir, se redujo en más de la mitad”, afirmó el mandatario.
Las medidas económicas de Chávez han
sido muy criticadas por la oposición, que afirma que el aumento del PBI
per capita y el crecimiento de la economía son falsos. Pero el aumento
de los indicadores económicos, en muchos casos, oculta la concentración
de la riqueza. Y en este caso Venezuela es ejemplo dentro de los países
de América Latina, ya que posee una de las más amplias políticas de
distribución del ingreso, haya crecido o no el PBI.
Además de reducir la pobreza en un 20
por ciento en menos de un año, el Presidente impulsó el crecimiento de
las cooperativas y de las llamadas “empresas de producción social”.
Esto, acompañado de una política social pragmática con cuotas
alimenticias en supermercados, el plan de salud “Misión Barrio Adentro”,
y con el plan de alfabetización “Yo sí puedo”, coordinado con Cuba.
A esto hay que sumarle la renta producto
de la nacionalización del petróleo, que está orientada a la expansión
industrial. Como ejemplo puede tomarse la construcción del polo
industrial en los márgenes del Orinoco, conjuntamente con una importante
infraestructura, como el puente Orinoquia, recientemente inaugurado,
visita mediante del presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula Da Silva.
Venezuela también está fortaleciendo su proyecto agrario de la mano de
una reforma que repartió casi un millón de hectáreas, en el marco de una
agricultura sustentable.
En política exterior Chávez se mostró
siempre como un ferviente opositor al gobierno de George W. Bush, y a
pesar de ser tildado de extremista por varios mandatarios alineados a
Washington, sus últimas giras internacionales fueron muy exitosas. Eso
quedó demostrado en los numerosos acuerdos económicos logrados (por
ejemplo con China e Irán), y en el gran apoyo prestado durante el
litigio por la banca en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas,
donde Chávez se hizo fuerte y obligó a un candidato de consenso.
Por otra parte, sus críticas a la
violenta política exterior de Estados Unidos son más que fundadas. Por
estos días circularon dos noticias que fundamentan las acusaciones de
Chávez contra el presidente Bush. Una de ellas afirma que en Venezuela
hay células dormidas de Al Qaeda, lo que implica poner al país dentro de
una lista de consideración. Dentro de la campaña expansionista de
Washington, el “descubrimiento” de terroristas en un país es el paso
previo al inicio de hostilidades.
La otra noticia relevante, confirma que
el director nacional de Inteligencia estadounidense, John Negroponte,
anunció al jefe de la "misión" de inteligencia para Cuba y Venezuela.
Chávez ya había denunciado este hecho en la cumbre de los no alineados,
considerándolo como intromisión en la política interna de los estados.
Sobre todo si se considera que sólo existen seis cargos similares en la
estructura de la inteligencia estadounidense, y sólo dos destinados a
países (uno a Irán y otro a Corea del Norte).
Volviendo a la gestión del presidente
venezolano, es posible encontrar críticas a su gobierno, incluso desde
el seno del propio movimiento bolivariano. Sin embargo, sus logros son
inobjetables. El gran apoyo popular con el que goza el proyecto quedó
absolutamente demostrado en el arrollador referéndum del 2004, en el que
el Presidente ratificó su mandato. De la misma forma, fue el pueblo
junto con la milicia fiel los que impidieron el vergonzoso intento de
golpe de estado de 2002, auspiciado por la derecha y los medios de
comunicación, del cual Rosales fue partícipe.
Sin embargo la derecha no da ningún paso
atrás. El Presidente anunció varias semanas atrás que la oposición
planeaba no presentarse a las elecciones, considerando la gran
diferencia de votos existentes entre un candidato y otro. Por esa razón
hizo un llamamiento a respetar la democracia, y a no boicotear los
comicios.
Parece que no le hicieron caso. El día
lunes, dirigentes del Movimiento Quinta República (MVR), una de las
principales fuerzas dentro del Comando Miranda, denunciaron la
existencia de planes de desestabilización por parte de sectores de la
oposición al gobierno. Concretamente confirmaron que miles de camisetas
con la leyenda “fraude” fueron encargadas a distintas empresas textiles.
De la misma forma, los medios
televisivos golpistas como Globovisión, comenzaron una gran campaña de
desprestigio entre las que incluyen el descrédito de las encuestas.
También, fieles a su estilo y tal cual actuaron en la cobertura de los
sucesos en Puente Llaguno durante el intento de golpe de estado en 2002,
retocaron las imágenes del acto de cierre de campaña, escondiendo gran
parte de la multitudinaria concurrencia.
Justamente, conduciendo a ese sector
opositor, desde el otro lado de la vereda el candidato, Manuel Rosales,
representa una coalición de fuerzas de derecha que buscan terminar con
el mandato de Chávez. El sábado cerró su campaña con una concentración
de las clases medias altas de Caracas, compartiendo escenario con muchos
de los que acompañaron a Pedro Carmona Estanca, durante el anuncio de la
efímera toma del Palacio Miraflores en el intento de golpe de estado.
Sus propuestas sólo pretenden mejorar lo
que hasta aquí ha logrado Chávez. Destaca la libertad de empresa y
reorientación de la política exterior. En cuanto a su política
económica, afirma que pretende la vuelta de Venezuela a la Comunidad
Andina de Naciones, de la se retiró porque la mayoría de sus miembro
firmaron Tratados de Libre Comercio con Estados Unidos.
Asimismo, pretende impulsar una tarjeta
de débito llamada “Mi Negra” que se deduciría de la renta del petróleo.
Su objetivo es que los más pobres tengan como iniciar un negocio o como
mejorar sus viviendas. Este punto de su programa está dirigido a captar
el voto de los sectores populares por medio de la prebenda, ya que no
busca generar opciones genuinas de trabajo y sustentación.
Las elecciones del 3 de diciembre serán
observadas por enviados de la Unión Europea (UE), de la Organización de
Estados Americanos (OEA), el Centro Carter y el Mercado Común del Sur
(MERCOSUR). Asimismo, el Consejo Nacional Electoral anunció la llegada
de representantes de universidades, medios y movimientos sociales de
todo el mundo.
Las condiciones están dadas para que los
comicios sean exitosos. Resta esperar que los venezolanos se vuelquen a
las urnas y que la derecha respete a la democracia y al pueblo y no se
retire ni anuncie fraudes imaginarios.