Lunes 13 de noviembre
de 2006
La
banda ofreció un concierto frente a la oficina de intereses de EU en La
Habana
Jaguares demanda fin
al bloqueo desde la Tribuna
Antimperialista
"En AL la democracia se
corrompe muy fácilmente con el dinero", consideran sus
integrantes
GERARDO ARREOLA
La Habana, 12 de
noviembre. Durante
su primer y único concierto en
Cuba, el grupo mexicano Jaguares envió un mensaje de aliento a
los habitantes de la isla en su empeño por eliminar el bloqueo económico de
Estados Unidos.
"No nos podemos ir sin antes exigir
que el bloqueo que está afectando a Cuba termine, que se muera", dijo el
cantante y líder de la banda, Saúl Hernández, casi al final de la presentación
el sábado pasado. "Ustedes lo están logrando: lo van a lograr",
dijo.
Los mexicanos evocaron al mismo
tiempo su campaña permanente "en defensa de las libertades individuales", en
particular, la erradicación de la violencia contra las mujeres, como los
feminicidios en México:
"Necesitamos más hombres y menos machos", dijo Saúl en la Tribuna Antimperialista
José Martí.
Sobre la política en México, el
vocalista de Jaguares dijo a los periodistas que observa un país en intenso
debate. "Lo importante es que no se convierta en una lucha de poderes, sino de
construcción de la
democracia. Si existiera una democracia en México, el
gobernador de Oaxaca (Ulises Ruiz) ya debería estar fuera",
sostuvo.
Por su parte, César López,
El vampiro, aseguró: "Lo que
estamos viendo en Latinoamérica es que la democracia se corrompe muy fácilmente
con el poder del dinero. Los amos del capital invierten en la política para que
sea elegido su candidato y favorezca sus
intereses.
"Eso es lo que pasó con Felipe
Calderón. Me da miedo ese señor. Llega con una ideología claramente de derecha,
que respeto pero no comparto."
Extasis y
viajes
Luego de dos horas de concierto, el
jefe jaguar hizo un balance de la presentación: "Estábamos extasiados allá
arriba y viajamos. Nos fuimos muy lejos. Tomando en cuenta que es la primera vez
que venimos, fue un gran concierto; espero que no sea el último, que vengan más
grupos mexicanos y que este puente de comunicación que hemos estado tendiendo en
esta estancia se haga más sólido".
Ante la eventualidad de posibles
represalias en el mercado estadunidense por su presencia en Cuba, Saúl explicó que no
tenía temores: "Cada quien es libre de hacer lo que
quiera".
La presentación de Jaguares tuvo que
remontar al menos tres adversidades: a la misma hora se presentó en otro lugar
el trovador Carlos Varela, quien convocó a un amplio segmento del público
roquero; la crónica escasez de transporte público en la capital, que se agudiza
los fines de semana, y el desconocimiento entre la juventud isleña de los
herederos de Caifanes.
A pesar de todo, llegaron a la tocada
unos 5 mil jóvenes. Algunos viajaron desde las provincias cercanas. Una porción
importante del público eran jóvenes latinoamericanos que cursan las carReras de
medicina o deportes en escuelas muy distantes del centro de La
Habana.
A diferencia de ocasiones anteriores,
dichos estudiantes no tuvieron a su disposición autobuses gratuitos para acudir
el espectáculo, por lo que fueron y vinieron alternando la caminata con el
aventón.
Saúl contó que estaba al tanto de ese
esfuerzo, pero terminó la actuación cuando la gente aún pedía más números. "Nos
vamos muy contentos, es una entrada con el pie
derecho".
Repaso
musical
El espectáculo fue un repaso musical
desde el primer disco de Caifanes, Mátenme
porque me muero, hasta el más reciente de Jaguares, Crónicas de un laberinto, y terminó, por
supuesto, con La negra
Tomasa. Para los mexicanos y otros
latinoamericanos fue una fiesta oír en vivo a uno de sus grupos favoritos y
corear prácticamente todo. Para los cubanos fue el primer contacto con ese
mundo.
La embajada mexicana ofreció el
viernes un coctel, que se convirtió en una insólita tertulia con personalidades
la música cubana: Silvio Rodríguez, Harold Gramatges, Ernán López Nussa, David
Blanco, Eliades Ochoa y Edesio Alejandro, entre otros. Los mexicanos estuvieron,
además, en los principales programas de radio y televisión y así lograron
sembrar su línea y su obra.