La Cumbre «Europa-Latinoamérica» fue un evento
virtual
AMERICA LATINA: SE
UNE... LUEGO EXISTE
Jorge Gómez Barata
*
Altercom*
13 de mayo de 2006
La Cumbre Unión Europea-América Latina fue un
evento virtual.
América Latina no existe como entidad política.
Nadie puede reunirse antes de existir.
América Latina es un referente cultural,
utilizado para nombrar un espacio geográfico habitado por naciones en las
que se habla castellano y portugués, fenómeno que imbricado con otros
antecedentes históricos, aunque suficientemente dominantes como para hacer
prevalecer el perfil latino, son insuficientes para establecer una
homogeneidad cultural.
América Latina no es exclusivamente latina, sino
medio india, medio negra con algo de árabe y de judío. El dato de que la
mayoría de los países de la región fueron colonias de España y Portugal, en
lugar de establecer una latinidad uniforme, ratifica la pluralidad.
España tampoco es exactamente una nación
absolutamente latina, sino mestiza, un estado multinacional, una suma de
entidades, integradas unas y yuxtapuestas otras, hija de una guerra de
reconquista, rejuegos políticos, algunas imposiciones y finalmente de
compromisos de alcoba, el más famoso de ellos, el enlace de Isabel de
Castilla y Fernando de Aragón.
Junto con Colón, recibimos el mestizaje derivado
de la presencia árabe en España a lo largo de seis siglos, con el añadido
que los llamados moros eran decenas de pueblos diversos y desde muy lejos
mezclados.
El sincretismo latinoamericano era ya sustantivo
antes de que se trajeron negros y chinos y de que, por su propia cuenta,
arribaran polacos, alemanes, árabes, turcos y probablemente algún
extraterrestre para hacer los dibujos de Nazca, las pirámides del Sol y la
Luna, los megalitos de la isla de Pascua y otras realizaciones que se
escatiman a los pueblos originarios.
Aunque los pueblos europeos tienen diferentes
orígenes, hablan distintas lenguas, la precedencia histórica le ofreció
otras oportunidades. La primera «unión europea» fue el imperio romano que
soldó a sangre y fuego sus costuras, el segundo vino con Bonaparte.
Muerto Bolívar, en América Latina no hubo ningún
factor que contribuyera a la unidad
La absurda política colonial española desangró y
arruinó a toda la región, al obligarla a largas y cruentas guerras por la
independencia que absorbieron el tiempo, las energías y el talento de la
clase criolla.
Los hombres que forman el panteón
latinoamericano desde el cacique Hatuey, Manco Cápac, Túpac Amaru hasta José
Martí, pasando por la pléyade magnifica de Hidalgo, Morelos, Bolívar, Sucre,
San Martín y otros muchos, fueron existencias perdidas para la edificación
pacifica.
En el espacio que ellos dejaron se infiltraron
los caudillos y las oligarquías sostenidas por los terratenientes, el clero
y los militares, que impidieron que prosperaran las instituciones civiles,
floreciera la participación popular y prevaleciera el Derecho. Para simular
la democracia, el espectro político fue cedido a partidos oligárquicos de
liberales y conservadores de los que, Blancos y Colorados, Adecos y
Copeyanos, entre otros, son herederos.
Bolívar no pudo hacer la unidad latinoamericana
y lo que él no hizo por hacer está todavía y Martí no logró evitar que
Estados Unidos se apoderara de Cuba porque España prefirió someterse a los
gringos a dar la razón a sus descendientes.
En la agenda de la Cumbre de Viena no hubo un
solo tema latinoamericano porque una Latinoamérica políticamente unida,
identificada y lista para actuar en común, no existe.
No voy a consolarme con decir que ’algo es algo’
y que se avanzó un paso más.
Pasos se están dando, mas no son esos.
Unas fuerzas avanzan hacía la fundación de
América Latina como entidad política con la energía y la creatividad de las
revoluciones en Cuba y Venezuela, acompañadas por los magníficos procesos
políticos en Brasil, Argentina, Uruguay y Bolivia, mientras por caminos
trillados, retroceden otros gobiernos que apuestan al sometimiento a Estados
Unidos. Viena fue otra oportunidad perdida para Europa que pudo
identificarse con América Latina y aliarse con ella.
No voy a salvar distancia alguna. No me extraña
que Europa no entienda a Fidel Castro, a Chávez ni a Morales, tampoco
comprendieron a Hidalgo, a Martí ni a Bolívar.
Jorge Gómez
Barata
Profesor universitario, investigador y periodista cubano,
autor de numerosos estudios sobre EEUU.
Altercom
Agencia de Prensa de Ecuador.
Comunicación para la Libertad.
www.altercom.org/article138954.html