Medios de comunicación
regionales que constituyen un nuevo eje informativo
Ahora el Norte
sabe qué pasa en el Sur
Wiston Márquez
López
ABN
Telesur, Radiosur, la Agencia
Bolivariana de Noticias (Venezuela), Télam (Argentina), las
agencias Boliviana de Información (Bolivia) y Brasileña de Noticias (Brasil), la
cadena noticiosa Al Jazeera (Qatar), Prensa Latina (Cuba), entre otros medios de
comunicación regionales se constituyen en el nuevo eje informativo del Sur para
el resto del mundo.
El sesgo informativo y la «realidad» generada por
las grandes transnacionales de la comunicación y la información en torno al
acontecer de los países del Sur, del Medio Oriente, de África, los calificados
por las mismas como países del «Tercer Mundo», ha provocado la emergencia de
nuevos actores en el plano comunicacional, de un eje informativo del Sur, el
cual viene hacer frente a la hegemonía de estas poderosas empresas.
Ahora el Norte sabe lo que pasa en el Sur, de la realidad de las
coyunturas políticas que implican la participación de Estados Unidos, y de la
necesidad y el derecho de los ciudadanos del mundo de estar informados de lo que
está pasando en el planeta.
El manejo informativo unilateral de las
conflagraciones en el Medio Oriente, la lucha contra el terrorismo emprendida
por la
administración Bush tras el ataque a la torres gemelas
(11/09/2001), la ocupación de Afganistán (2001), la guerra del Líbano
(2000-2001), la invasión a Irak (2003) y las continuas amenazas estadounidenses
a Siria e Irán, impulsaron al canal de noticias Al Jazeera, fundado en 1996 por
el emir de Qatar; a convertirse en la alternativa para llevar a occidente la
cruda realidad que padecía la región y sus pueblos por las acciones de las
políticas belicistas del gobierno del Tío Sam, y que no eran reflejadas en los
noticieros de la poderosa cadena televisiva de Ted Turner, Cable News Network
(CNN), ni en las agencias de noticias internacionales.
Al Jazeera
emergió y se convirtió posteriormente en una cadena noticiosa con sede en Doha,
capital de Qatar, que hizo frente al sesgo informativo de CNN y de las agencias
noticiosas, y a los oscuros intereses de la Casa Blanca.
Asimismo, en América Latina el control del contenido informativo también
se hacía sentir. El mundo sólo conocía la «realidad» latinoamericana a través de
las transnacionales informativas estadounidenses. La América Latina «made
in USA» era la imagen de la región que proyectaban hacia otras latitudes. Una
suerte de realidad a la cual se le tenían que hacer unos «ajustes» para
convertirla en un «mundo mejor».
Las conspiraciones, los golpes de
Estado contra las democracias latinoamericanas orquestados por la Agencia Central de
Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) y grupos de la derecha más
recalcitrante, los atentados, la miseria reinante en la región gracias a las
recetas del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), entre
otros planes injerencistas, eran o son «maquillados» informativamente para
justificar al mundo la «necesidad» de intervenciones y al tiempo de frenar
cualquier visión o acción progresista en la región.
Tal es el caso del
silencio mediático y la «verdad» sesgada durante el golpe de Estado contra el
presidente Hugo Chávez Frías, en abril de 2002. Las agencias de noticias
internacionales y CNN sólo informaron lo que realmente les interesaba, someras
verdades, carentes de la más profunda veracidad informativa.
Se derrumbó el muro
Para
ese entonces, los informativos de televisión y las agencias de noticias
internacionales difundieron la matriz de «vacío de poder», con la venia de los
medios privados de comunicación de Venezuela. Por casi 48 horas intentaron
mantener esa matriz manipulando los hechos y generando un clima de incertidumbre
y desinformación.
Pero la verdad real derrumbó el muro informativo
impuesto. Cubavisión desplegó un maratón informativo que dejó al descubierto la
realidad de los sucesos en Venezuela. A través de su señal y rebotada por todos
los medios se conoció sobre el golpe de Estado contra un presidente elegido
democráticamente y por mayoría, se reveló al mundo los intereses de la derecha y
la oligarquía venezolana por frenar el irreversible proceso de cambios en
Venezuela y, sobre todo, mostró la madurez y la entereza del pueblo venezolano
que se movilizó para recuperar el hilo constitucional.
Al día siguiente
los titulares de los principales rotativos cambiaron, las agencias de noticias,
e incluso CNN, divulgaron el trabajo informativo acucioso de Cubavisión: En
Venezuela hubo golpe de Estado y el pueblo mismo recobró su democracia.
Dentro de este panorama, Cubavisión dejó entrever la necesidad de frenar
la hegemonía mediática de las redes transnacionales de la información y crear
una red de comunicación que plasmara la realidad de este lado del mundo.
Telesur: la televisora del
Alba
En la declaración conjunta para la creación de
la Alternativa
Bolivariana para los pueblos de nuestra América, suscrita el 14
de diciembre de 2004 en La Habana por los presidentes de Cuba, Fidel Castro, y
de Venezuela,
Hugo Chávez Frías, contempla la creación de un canal que
defenderá la realidad latinoamericana.
El texto del punto 10 reza
textualmente: «Defensa de la cultura latinoamericana y caribeña y de la
identidad de los pueblos de la región, con particular respeto y fomento de las
culturas autóctonas e indígenas. Creación de la Televisora del Sur (Telesur)
como instrumento alternativo al servicio de la difusión de nuestras realidades».
A tan sólo siete meses de la declaración conjunta del Alba, el 24 de
julio del 2005, Telesur inició actividades, con la participación de Cuba,
Venezuela, Argentina, Uruguay y Brasil. Posteriormente se unirían Bolivia y
Nicaragua sellando una alianza informativa pionera y de gran envergadura para el
proceso de integración real que sucede en América del Sur.
«Telesur está
en el aire, la televisora suramericana, propuesta nuestra, ya salió al aire y
cada día tendrá mayor cobertura, ya está saliendo en vivo 24 horas al día, esa
es la televisora, así lo digo yo, la televisora del Alba, porque es necesario
que nosotros nos veamos nuestros rostros y oigamos nuestras voces, no lo que
quieren CNN y las grandes cadenas del Norte que nosotros veamos de nosotros
mismos. Para rescatar nuestras tradiciones, nuestras culturas, nació Telesur, la
televisora del Sur, la televisora de la integración del Alba», enunció el
presidente Chávez en un discurso en Montevideo ese mismo año.
Telesur
tiene su sede en Caracas y cuenta con corresponsalías activas en Argentina,
Brasil, Colombia, Cuba, Ecuador, México, Estados Unidos, Nicaragua, Bolivia y
Perú. Su señal tiene cobertura en Centro y Sudamérica, El Caribe, Estados
Unidos, Norte de África y Europa Occidental. Duro revés para el imperio
informativo del norte. Junto a Al Jazeera, Telesur se erige como el bloque
mediático del Sur. Ambas cadenas televisivas firmaron un acuerdo de cooperación
en enero del 2006.
Haciendo un poco de historia, recordemos que desde
las más inéditas manifestaciones periodísticas como las actas públicas o actas
del pueblo de la antigua
Roma hasta la aparición del primer periódico en el mundo, el
Daily Courrant, en la Inglaterra del siglo XVIII, la prensa y los medios de
comunicación han jugado un papel importante en la construcción de la historia,
en el manejo de la opinión pública y el rechazo o fomento de ideologías.
El control sobre los medios de difusión se ha dado desde tiempos
inmemoriales, dada la naturaleza ontológica y de constructor de conciencias y
sociedad de los mismos. Gobiernos de distintas tendencias ideológicas, intereses
de grupos económicos y religiosos han perseguido el control del poder de la
prensa y lo ha relegado a los vaivenes de sus propios designios.
Sin
embargo, en pleno siglo XXI la democratización está ocupando su lugar en el área
de comunicación e información. Una nueva era está en curso.
Bastiones de la información en el
Sur
Además de Telesur, existe otro proyecto de pronta
ejecución: Radio Sur, otra alternativa para la consolidación del bloque
informativo del sur.
Pero anteriores a estas iniciativas, hay que
destacar la labor de bastiones de la información que marcaron el inicio de esta
era comunicacional. Esas son las agencias estatales de información que de una
forma u otra determinaron las agendas de los pueblos suramericanos que las
crearon como frente complementario o antagónico al avance desmedido de sus
homólogas estadounidenses y europeas, las cuales contaban con presupuestos,
tecnología para su desarrollo y expansión y apoyo gubernamental.
En 1924
nace en Brasilia la
Agencia Brasileña de Noticias, la primera del Gigante del Sur y
una de las más antiguas y con más trayectoria del subcontinente. Hoy en día es
punto referencial de información estatal fuera y dentro de las fronteras de
Brasil, y está inserta dentro del contexto de un nuevo orden informativo y en la
conformación de un bloque regional de comunicación, gracias a los procesos de
unión e integración impulsados por el Mercado Común del Sur (Mercosur) y el
Alba.
El 14 de abril de 1945 se crea la agencia nacional de noticias
argentina Télam, bajo el nombre de Telenoticiosa Americana, de acuerdo con datos
referidos por esta agencia. Este proyecto inicialmente fue concretado por el
entonces presidente Juan Domingo Perón.
«Cuando a fines de 1944 Juan
Domingo Perón decidió crear una agencia nacional de noticias, no sólo pensó en
la necesidad de que la Argentina tuviera un medio que cubriera informativamente
a todo el país, sino también romper con la hegemonía que ejercían Associated
Press y United Press Internacional, las dos agencias estadounidenses que
controlaban virtualmente la información», refiere un artículo escrito en la
misma agencia al cumplir 50 años de actividad periodística.
Télam vivió
literalmente las imposiciones de las dictaduras hasta la transición a la
democracia en Argentina. Enfrentó cierres y conspiraciones. Hoy representa la
referencia fidedigna de la realidad argentina desde todos sus ámbitos.
En la Venezuela de 1977, durante el gobierno de Carlos Andrés Pérez, se creó la
agencia de noticias Venpres. El 23 de mayo comienza sus actividades, bajo la
figura de Servicio Autónomo, dependiente del Ministerio de Información y Turismo
con el fin de captar, elaborar y procesar noticias para suministrarlas a los
medios de comunicación social.
Venpres pasó por varias etapas hasta
alcanzar el rango de agencia de noticias nacionales (1990). Diez años después,
Venpres se mantenía como organismo adscrito al Viceministerio de Gestión
Comunicacional del Ministerio de la Secretaría de la Presidencia. Su
proceso de actualización periodística y tecnológica fue detenido hasta que, en
el 2004, se inicia el proceso de reestructuración y se convierte en un organismo
adscrito al Ministerio de Comunicación e Información.
El proceso de
reestructuración de Venpres también conllevó a un cambio de denominación. A
partir de abril de 2005 es reconocida como la Agencia
Bolivariana de Noticias (ABN). El proceso de transformación ha
producido paulatinamente cambios que ubican a ABN, junto con los otros medios
estatales, en la voz informativa de Venezuela ante el mundo, convirtiéndose en
otro baluarte del bloque informativo que se construye en el Sur.
Asimismo, en Bolivia se crea, en 1998, la Agencia Boliviana
de Información (ABI), empresa estatal que llevará las riendas de las políticas
informativas y del acontecer de la nación del altiplano.
Estas cuatro
agencias de noticias, junto a la cubana Prensa
Latina, Telesur y Radio Sur se fortalecen como los bastiones de
la información para que el Norte sepa lo que pasa en el Sur y viceversa.
Los procesos integracionistas y bloques regionales como el Mercosur han
fomentado no sólo el equiparamiento económico y comercial, en la lucha por
erradicar los desequilibrios en Sudamérica, sino forjar además un bloque
informativo que presente los avances en la región.
Hoy se concretan
reuniones con expertos en el área para la creación del portal informativo
digital y de una agencia de noticias del Mercosur. El Sur marcha hacia una nueva
era con canales de información y comunicación que llevarán su realidad a todo el
mundo, gracias a estos emergentes actores mediáticos que han sabido informar al
Norte lo que pasa en el Sur.