From Wikileaks
Wikileaks: Venezuelan ambassador Freddy Balzan emails 2005-2008
- To: "Orlando Contreras Castro" <orconca@yahoo.com>
- Subject: Editorial La Jornada.- Bush: permiso para torturar
- From: Pedro Martínez Pírez <pmpirez@rhc.cu>
- Date: Fri, 29 Sep 2006 10:52:12 -0400
- Cc: "potero" <potero@rhc.cu>, "Dodany Machado" <dodany.machado@infomed.sld.cu>
Viernes 29 de
septiembre de 2006 Editorial Bush:
permiso para torturar El día de ayer
será recordado como una fecha trágica para Estados Unidos y para el resto del
mundo: el Senado de ese país se plegó a las exigencias del gobierno de George
Walker Bush y legalizó después de que, la víspera, la Cámara de
Representantes hiciera otro tanto la liquidación de los derechos humanos de
los sospechosos de terrorismo. En adelante, será legal la detención de una
persona por tiempo indefinido y sin presentación de cargos, será legal el uso de
pruebas obtenidas mediante coerción y serán legales prácticas de interrogatorio
como la privación de sueño por periodos prolongados o exponer a los interrogados
a bajas temperaturas. Para aprobar semejantes atrocidades, los legisladores del
país vecino recurrieron a una argucia simple: manifestar que tales tormentos no
se llaman tortura. La aprobación de
estas medidas marca un retroceso sin precedente en materia de derechos humanos,
garantías individuales y libertades, una recaída en la barbarie comparable a las
disposiciones de segregación adoptadas en la Alemania nazi y en la Sudáfrica
racista, y se traduce en un estado de indefensión jurídica para cualquier
habitante de este planeta que tenga la desgracia de ser considerado sospechoso
de terrorismo o potencial "combatiente enemigo" a discreción de cualquier
oficial del gobierno estadunidense. Con esta disposición denominada "Ley sobre
Comisiones Militares de 2006", muchos de los atropellos perpetrados en Abu
Ghraib y Guantánamo pueden ya ser tomados como práctica válida y rutinaria.
Bush no pudo
ocultar la verdadera dimensión de estas normas: los interrogadores
estadunidenses, dijo, "no quieren que los juzguen como criminales de guerra".
Para calmar esas inquietudes, en suma, se procedió a legalizar algunos crímenes
de guerra. Mal harían los
ciudadanos del país vecino en suponer que esa legislación monstruosa será
aplicada exclusivamente a extranjeros. Más temprano que tarde, el permiso para
torturar será empleado contra los propios estadunidenses, por más que, en lo
inmediato, son ciertamente los nacionales de otros países los que se encuentran
en mayor peligro. No se requiere
demasiada perspicacia para prever que la "Ley sobre Comisiones Militares"
prefigura, en primer lugar, una nueva oleada de violaciones a los derechos
humanos en Medio Oriente y en el mundo islámico. Pero tampoco es necesario un
alarde de imaginación para percibir la amenaza que la disposición representa
para los trabajadores mexicanos y latinoamericanos que acuden al territorio del
país vecino en busca de oportunidades laborales: las acusaciones por sospecha de
terrorismo se pueden formalizar sin ningún requerimiento específico y serán
susceptibles, por ello, de ser empleadas en la persecución de extranjeros
indocumentados, por más inverosímiles que resulten. Por lo demás, los tribunales
militares autorizados para juzgar a las víctimas de la prepotencia y el
autoritarismo de la administración Bush no sancionarán los abusos de poder, los
atropellos y las extralimitaciones de los acusadores, toda vez que esos actos
han quedado de antemano exculpados por la ley aprobada ayer.
Por lo que hace
a México, la circunstancia requiere de un gobierno firme, comprometido con la
defensa de los derechos de los connacionales y dispuesto a enfrentarse a
Washington para preservar la integridad y los derechos de los ciudadanos
mexicanos. Por desgracia, el grupo en el poder y el proyecto continuista de la
reacción gobernante no se han caracterizado precisamente por la firmeza en la
defensa de los connacionales, sino más bien por el entreguismo y el servilismo
en sus relaciones con la potencia vecina. Finalmente, cabe
esperar que el permiso para torturar extendido ayer por el Capitolio a la Casa
Blanca lleve a la ciudadanía estadunidense a reflexionar sobre la rápida
conversión de su país en un Estado totalitario y policial, en un territorio de
opresión y, aunque el nombre no guste, en un enorme campo de tortura.
|
This message is part of a particular mailbox provided at WikiLeaks and it should be discussed here. See also .
- Editorial La Jornada.- Bush: permiso par Pedro Martínez Pírez ( September 29, 2006)
- Sin seguro nueve millones de niños Pedro Martínez Pírez ( September 29, 2006)
- NOTICIA DE ULTIMA HORA Víctor Delgado ( September 29, 2006)
- EL DIABLO Pedro Martínez Pírez ( September 29, 2006)
- EL PAIS DE LA INTELIGENCIA, por Jorge Gó Pedro Martínez Pírez ( September 29, 2006)