El gobierno israelí ha presentado hoy al
libanés, por mediación de Italia, una propuesta condicionada para el cese
de operaciones militares israelíes en el Líbano.
Según el ministro de Información libanés,
Gazi al Aridi, esta propuesta tiene dos condiciones: que Hizbulá
libere a los dos soldados israelíes capturados el pasado miércoles y que
retire a sus milicias hasta el norte del río Litani.
La propuesta se ha hecho tras la muerte de al
menos ocho personas y 30 heridos en la ciudad
de Haifa, la más importante de Israel, alcanzados por
cohetes Katyusha disparados por milicianos de Hezbolá desde el Líbano, ha
informado el canal 10 de la televisión
israelí.
Los proyectiles
han alcanzado por segunda vez desde el pasado miércoles la ciudad de
Haifa, de 250.000 habitantes, y también Krayot, San Juan de Acre y
Nahariya. Los disparos de Katyusha contra el norte de Israel habían cesado
durante la noche.
Consecuencias de largo
alcance"
El primer ministro israelí, Ehud Olmert , ha
advertido de que el ataque tendrá "consecuencias de largo alcance".
"Nada nos detendrá", ha
declarado al comienzo de la reunión semanal del Gobierno. "Habrá consecuencias de largo alcance en nuestras
relaciones, en la frontera norte y en la región en general", ha
añadido.
Asimismo, Olmert ha asegurado que
Israel no tiene intención de causar daño a los
civiles libaneses. Desde que ha comenzado la
ofensiva israelí hace cinco días, 106 libaneses han muerto en los ataques
aéreos, en su mayoría civiles.
"Queremos vivir nuestras vidas en paz y en
buena vecindad", ha asegurado. "Desgraciadamente, algunos malinterpretan
nuestros deseos de paz de la peor forma. No tenemos intención de
inclinarnos ante esas amenazas", ha añadido.
"Nuestros enemigos están intentando
transformar el estilo de vida de Israel, pero no lo conseguirán", ha
aseverado.
"Situación de seguridad especial"
Además, el Gobierno israelí ha declarado hoy
que el país se encuentra en "situación de
seguridad especial", lo que permitirá a las autoridades
decretar el cierre de instituciones y lugares públicos según considere
oportuno.
El ministro de Defensa, Amir Peretz, ha
decretado hoy esta medida que es algo menos radical que el estado
de emergencia. Un portavoz gubernamental ha explicado que, de
momento, el nuevo estatus se aplicará sólo en el norte del país, donde han
caído hasta ahora los misiles lanzados desde el Líbano por la guerrilla
chíi Hezbolá, pero que podrá aplicarse en otras regiones si sigue
agravándose la situación.
Es la primera vez que Israel decreta una
"situación de seguridad especial". Hasta ahora sólo
existía el concepto de estado de emergencia y el de normalidad.
Esta medida permitirá al llamado comando del frente interior
cerrar colegios, carreteras y comercios o cancelar reuniones, conciertos o
festivales