From Wikileaks
Wikileaks: Venezuelan ambassador Freddy Balzan emails 2005-2008
- To: "potero" <potero@rhc.cu>
- Subject: UN DIFERENCIAL PARA EL ETANOL, por Jorge Gómez Barata
- From: Pedro Martínez Pírez <pmpirez@rhc.cu>
- Date: Thu, 5 Jul 2007 09:42:15 -0400
Title: LAS VIRTUDES DE LA CAÑA DE AZUCAR
UN DIFERENCIAL PARA EL ETANOL
Jorge Gómez Barata A los riesgos que para la seguridad alimentaria mundial
supone el uso de alimentos para la producción de combustible, se suma la miserable
retribución que perciben los trabajadores azucareros que en Brasil y otros
países del Tercer Mundo cortan caña para fabricar etanol. La caña de azúcar no tiene alma ni ideología, no es buena ni
mala y mucho menos culpable de la miseria de quienes la cultivan y la cosechan y
es ajena a la demagogia de los líderes que pactan con la oligarquía y venden su
alma al diablo. En las Antillas, Brasil y el sur de los Estados Unidos, la
caña de azúcar se introdujo junto con la esclavitud, razón por la que a nadie
le importó lo brutal de todas las tareas relacionadas con ella, especialmente
el corte, hasta hoy la más extenuante de las faenas agrícolas en los trópicos. Con el tiempo los esclavistas fueron sustituidos por los
oligarcas, los esclavos por obreros agrícolas y el saqueo, a que la metrópolis
sometía a la colonias por el modelo agroexportador que aun persiste. Si bien aquel esquema constituyó una deformación estructural
que ha condenado a los países latinoamericanos al subdesarrollo, es especialmente
maldito para los países productores de azúcar, que exportan un producto que requiere
enormes cantidades de fuerza de trabajo y se vende a precios sumamente bajos,
como inhumanamente bajos son los salarios de los obreros azucareros. Aunque nadie duda que los agricultores norteamericanos
pueden enriquecerse produciendo etanol a base de maíz subsidiado, no se
comprende con la misma certeza la situación
de los cortadores de caña en Santo Domingo, Brasil y otros países que configura
uno de los cuadros de explotación más dramáticos de la contemporaneidad. A la vez que, por cada litro de etanol los consumidores
europeos pagan alrededor de un dólar o más, en los campos de caña de Brasil o de
cualqeuir otro país latinoamericano, trabajando bajo un sol abrasador, prácticamente
sin comida ni agua, excepto las que ellos mismo pueden llevar, sin medios de
protección, seguros ni prestaciones de seguridad social, para ganar un dólar, un
trabajador deberá derribar y preparar para el acarreo, no menos de cinco
toneladas de caña. Semejante diferencia recuerda un proceso que ahora, cuando
Estados Unidos y los demás países ricos pretenden resolver los problemas del
combustible para sus automóviles, indiferentes de la miseria de millones de
obreros azucareros del Tercer Mundo, debiera formar parte de la cultura de los
trabajadores azucareros y de sus líderes. En los años cuarenta, época en que Cuba era el primer
productor mundial de azúcar y exportaba su producción a los Estados Unidos, era
usual que los precios se fijaran a futuro y el azúcar se vendiera con uno dos
años de antelación. Por esa razón, en 1944 y 1945, en medio de Finalizada la guerra, Europa reinició sus compras de azúcar
que crecieron en 1947 cuando se aplicó el Plan Marshall. Con el aumento de la
demanda, se dispararon los precios. De ese modo los importadores
norteamericanos que habían comprado azúcar a precios miserables, obtenían
fabulosas ganancias. En 1944 había sido
electo presidente de Cuba Ramón Grau San Martín, entonces un prestigioso médico
y profesor universitario, cuya gestión populista exhibía ciertos aires
nacionalistas. A ello se suma que durante la guerra, aprovechando la alianza
entre Estados Unidos y Menéndez encabezó la demanda por lo que entonces se llamó el
“Diferencial azucarero” que resultaba de calcular la diferencia de los precios
a que había sido vendida el azúcar y el valor que dicho producto había
adquirido al finalizar la guerra. Dado que la reclamación del diferencial los beneficiaba, los
hacendados integrantes de la oligarquía
apoyaron la reclamación. Bajo la presión popular en la delegación que viajó a
Estados Unidos para negociar el diferendo se incluyó a Menéndez, que se
convirtió en el abanderado de la reclamación y en la voz más alta de Menéndez fue categórico. El diferencial no era una dadiva
sino un derecho de los trabajadores azucareros, de modo que, o se pagaba o no
habría zafra en Cuba ni azúcar para la hambrienta Europa. Los norteamericanos
accedieron y en julio de 1946 se fijó el contrato que ajustó los precios del
azúcar. De aquel modo se creó un precedente que introducía un importante
elemento en el comercio azucarero mundial, que podía asumir carácter permanente
y que seguramente sería reclamado por obreros de otros países. Era preciso
matar el ejemplo. En 1948 un capitán del ejército asesinó fríamente a Jesús Menéndez.
|
This message is part of a particular mailbox provided at WikiLeaks and it should be discussed here. See also .
- UN DIFERENCIAL PARA EL ETANOL, por Jorge Pedro Martínez Pírez ( July 05, 2007)
- A Vilma, la revolucionaria más bonita: Pedro Martínez Pírez ( July 05, 2007)
- Jefe militar rompe con presidente venezo Pedro Martínez Pírez ( July 05, 2007)
- Entrevista de la BBC a Gerardo Hernandez Pedro Martínez Pírez ( July 05, 2007)
- DECLARACION CAMARA BOLIVIANA CONTRA LIBE Pedro Martínez Pírez ( July 05, 2007)