Correa aspira a que el Banco del Sur se cree en 120 días

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Correa aspira a que el Banco del Sur se cree en 120 días

24 de febrero de 2007, 01:57 PM

Quito, 24 feb (EFE).- El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, dijo hoy que espera que en los próximos 120 días se cree el Banco del Sur, una iniciativa de integración financiera en Sudamérica, que consideró podría romper con la dependencia de créditos de organismos y países desarrollados.

"Seguimos caminando en la integración financiera con la creación del Banco del Sur, que esperemos esté creado en los próximos 120 días", señaló Correa en su programa de radio sabatino, al evaluar la reunión que mantuvieron en Venezuela varios responsables de economía de los países de la región.

El Banco del Sur será una entidad que permita a los países sudamericanos "financiarnos con nuestros propios recursos y no estar sometidos al Fondo Monetario, al Banco Mundial y a tantas otras (entidades) de la burocracia internacional", dijo Correa.

El gobernante, un economista de izquierda, insistió en sus críticas a los organismos multilaterales de crédito, a los que ha calificado de especuladores financieros y a los que no acudirá en busca de nuevos créditos para su país.

El jefe del Estado ecuatoriano aseguró que es imposible que el FMI o el Banco Mundial faciliten dinero a los países en desarrollo, como el suyo, a tasas de interés de entre el tres o cuatro por ciento, como se pretende que lo haga el Banco del Sur.

Los créditos del FMI y el Banco Mundial "salen mucho más caros", y por eso que con el Banco del Sur se podría "bajar el costo de la financiación", añadió Correa.

El Banco del Sur, una iniciativa de la Comunidad Sudamericana de Naciones, podría otorgar créditos de "libre disponibilidad, que es lo que necesita el país, para que decida en qué utilizarlos" de forma soberana y sin imposiciones adicionales, según el mandatario.

Por otra parte, Correa aseguró que avanza el proceso de integración sudamericana y latinoamericana y destacó la concreción del convenio de canje de crudo ecuatoriano por derivados de petróleo venezolanos, suscrito entre Quito y Caracas el pasado 16 de enero.

La llegada a Ecuador, el pasado viernes, de un primer buque con diesel venezolano como parte del convenio bilateral es "un paso más para esa integración de América Latina", subrayó.

Este es "otro hito para América Latina, porque un barco que salió con derivados de América del Sur, cruzó el Canal de Panamá y, en lugar de tomar hacia el norte, regresa al propio sur", añadió.

Además, destacó el interés que demostraron altos cargos de empresas estatales petroleras de Sudamérica y de China en un proyecto para construir un complejo petroquímico en la provincia costera de Manabí.

Representantes de las empresas petroleras públicas de Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, Perú, Venezuela y China expresaron su interés en el proyecto, que tendría una capacidad de refinado de 300.000 barriles de crudo al día.

"Esta es una obra fundamental para el futuro del país, porque permitirá ahorrar 20.000 millones de dólares (en diez años) en la importación de derivados de petróleo y 10.000 millones en los subsidios que se aplican a esos derivados", agregó Correa.

La financiación de la obra se calcula en unos 4.000 millones de dólares en el próximos diez años y su rentabilidad beneficiaría a todas las empresas participantes, añadió el presidente ecuatoriano.

La planta podría producir carburantes para exportar a "China y al Asia, en general, que es deficitaria en la elaboración de derivados" de petróleo, afirmó Correa.

También indicó que su gobierno promoverá el desarrollo del campo petrolífero Ishpingo-Tambococha-Tiputini (ITT), ubicado en el sur de la Amazonía ecuatoriana, y cuyas reservas se estiman en 900 millones de barriles.

Sin embargo, admitió que ese proyecto se asentaría en una zona ecológica sensible y por eso prometió que su explotación debe garantizar el "menor daño ambiental posible".

El ITT producirá unos 1.000 millones de dólares al año y su ejecución sólo podría cancelarse, como piden varios grupos ambientalistas, "si el mundo desarrollado compensa a Ecuador" con la misma cantidad de dinero, por conservar el ambiente y evitar un posible daño en la Amazonía, señaló Correa.