Nos sorprendió a todos la situación de
secuestro que se originó en la población de Altagracia de Orituco
, en el estado Guárico. ¡Claro! ¿Cómo no sentir nada ante la
privación de la libertad a cualquier ser humano, y mas aún, cuando
se trata de connacionales.? Seguí de cerca las informaciones sobre
el desenvolvimiento de las negociaciones entre las autoridades del
gobierno en materia de seguridad, el mandatario de la región,
Manuitt, y los cuatro ladrones que, por consecuencia de los
hechos, se transformaron en secuestradores al ver en peligro su
huida luego de haber consumado el asalto a la entidad bancaria. Es
lógico que ante un hecho de esta naturaleza y en cualquier país
del planeta, dada la situación del o de los rehenes, las acciones
tendientes a buscar una solución al hecho de fuerza, se llevasen
con sumo cuidado, con gran discrección, con profesionalismo,con
gran responsabilidad y agotando todas las posibilidades de
acuerdos para lograr la entrega de los ladrones y la liberación de
los rehenes, sin que se originara ningún hecho violento que
pudiese conducir a la desesperación de los cuatro sujetos y la
posterior ejecución, una por una, a intervalos de tiempo, de los
secuestrados. El ministro del Poder Popular Para las Relaciones
Interiores y Justicia , Rodríguez Chacín, el Gobernador Manuitt, y
los demas funcionarios oficiales, fueron un ejemplo al respecto.
No declararon en exceso; no soltaron pistas; no dieron la
sensación de flaqueza; no accedieron a pedidos extremos por parte
de los secuestradores. Y otra vez, se la comió el Ministro
Chacín.
Pero lo que duele e indigna es la utilización del
hecho (condenable) para asociarlo con la supuesta presencia de las
FARC en Venezuela. Inmediatamente despues de la salida de los
secuestradores en una ambulancia cedida por el Gobierno regional
de Manuitt, en la cual iban los cuatro secuestradores y cinco
voluntarios con rumbo desconocido (aunque sabemos que simplemente
con colocar un GPS en la ambulancia ya estaran detectados y
ubicados) el desgraduado periodista Johnny Ficcarela, aquel de "
seguiremos recorriendo realidades, seguiremos .....", enviado a
"reforzar" a la periodista de Globovisión, quien ya estaba en el
lugar, trataba de arrancar de los lugareños respuestas en contra
del gobierno, con la "inocente" preguntica "¿Y usted qué piensa de
eso? ¿Altagracia de Orituco es un lugar tranquilo?. Pero....,
pero.... Ficcarella falló! Estrépitosamente! Solo un lugareño le
respondió "Aquí no hay gobierno! El gobierno es pa' los pendejos."
Había que enmendar la falla.
Un poquito después, desde el
estudio, en una nota de María Fernanda Graterol, narrada por una
bella muchacha quien le hacía el quite al tipo de Brújula
Internacional, al "embajador", al "analista internacional chimbo"
Julio César Pineda y en el espacio de Brújula Internacional
hicieron la obra maestra!. Se fuerón a un "blog" donde pulsaban la
opinión de los Colombianos (utilizados vilmente) en relación a la
situación de secuestro. Y ¿Saben que ocurrió? La bella niña ( a
quien prefiero verle la cara y no el corazón porque se que ya está
envenenado, lo tiene podrido) SOLO LEYÓ LOS COMENTARIOS EN CONTRA
DEL GOBIERNO, ASOCIADOS CON EL HECHO, Y RELACIONADOS CON LAS FARC!
¡Que casualidad! ¡Que belleza de niña! Y, me imagino a Ravell
frotándose las manos en su oficina. Y para cerrar con broche de
oro la niña aclaró que no tenían ninguna influencia en las
opiniones y que solo cumplian con el propósito de informar. Todos
sabemos, belleza, que te mandarón a relacionar todo, te dieron la
pauta, te dictaron lo que tenías que decir, te dieron los
comentarios que debías leer. Vil trabajo. Lo hicistes muy bien.Te
hundistes en el fango. Tu, Ficcarella y Ravell se aprovecharon del
hecho y jugaron con los sentimientos de los secuestrados y sus
familiares y solo por odiar a Chávez. Me uno a Mario Silva: ¿Quien
detiene a Globovisión?
Prof. Universitario. IUTE,
Ejido |