Declaración
de Juan Carlos Camaño, presidente de la Federación Latinoamericana de
Periodistas (FELAP), en ocasión del 3 de Mayo, Día Mundial
de la Libertad de Prensa
En
el Día Mundial de la Libertad de Prensa nos viene a la memoria el Plan
Estratégico de mediano plazo de la propia UNESCO 1996-2001,
en el que se señalaba a grandes rasgos que si la
concentración mediática, el soporte técnico, la información y la comunicación
quedaban en pocas manos, de algunos países y dentro de
algunos países, se iba a resentir seriamente la democracia.
Han pasado diez años, estamos en el 2006. Aquella advertencia que hizo
la UNESCO evidentemente a muchos no les sonó para nada, incluso se diría que
una parte no la habrá tenido en cuenta nunca, ni siquiera
en el momento en que se formuló. Me refiero concretamente a un imperio,
comandado por los Estados Unidos, que está imponiendo una condición
dictatorial en el plano económico, comunicacional, financiero y tecnológico.
Por lo tanto, la libertad de prensa es una
entelequia.
Es
una entelequia en virtud de que mientras se sigue pregonando tal cosa, los
periodistas, por ejemplo, en la región latinoamericana,
padecen desempleo, bajos salarios, mayores enfermedades o
patologías como consecuencia de una competencia despiadada, que los exige a
estar primero en la noticia, que no nos lleva a ningún lado.
Esta práctica de ?primero en la noticia? está muy vinculada al tema de
la guerra. La guerra que nosotros definimos ya con otro concepto, ni siquiera
se pueden llamar guerras, son invasiones constituidas en
verdaderos genocidios.
La
FELAP está a punto de cumplir treinta años y desde hace muchos años venimos
diciendo que existe genocidio de la planificación desigual. Los genocidios son
consecuencia de la planificación desigual de este mundo y los periodistas son
víctimas, como el resto de la sociedad, de esa planificación.
La
FELAP considera que hay que tener en cuenta también que hay periodistas y
periodistas y no se puede defender a libro cerrado, de manera uniforme, de
manera corporativa, a los periodistas. Por ejemplo,
el Círculo de la Prensa de Bagdad, que
está teledirigido desde Washington, está
constituido por periodistas iraquíes que se dedican todos los días a inventar
la realidad, es decir, a hacer una realidad que no existe.
Y
hay que ver el planeta. Donde hay un objetivo geoestratégico de los Estados
Unidos, hay fuerzas de ocupación de los Estados Unidos y
donde hay un objetivo de esa naturaleza y fuerzas de
ocupación de los Estados Unidos, hay un equipo al estilo del Club de Prensa de
Bagdad, es decir, un equipo de periodistas que inventa la realidad, que
organiza la mentira.
Por lo tanto, si tenemos en cuenta todo esto, dicho a grandes rasgos y
sin entrar en detalles acerca de la masacre, acerca de la desocupación ,
acerca de los bajos salarios, las persecuciones sindicales, las persecuciones
ideológicas, acerca de la matanza de periodistas,
que en treinta años de vida de la FELAP ya lleva 800
periodistas desaparecidos y muertos por dictaduras militares y dictaduras
económicas, realmente cuesta mucho hablar de libertad de prensa desde el
concepto que manejaba la UNESCO, por lo menos hace diez años atrás.
3
de mayo de 2006