Nuestra América. La
Cumbre de Cochabamba.Los Caminos de la Integración y la
Participación.Terminó la 2° Cumbre Sudamericana de Naciones
(CNS) mostrando nítidamente los alcances y los límites de un proceso de
integración regional, que se abre paso en medio de un sinfín de
dificultades.
En el llamado a esta Cumbre, el presidente de Bolivia
manifestó la voluntad de concretar en Cochabamba la instalación del gran
escenario para la integración sudamericana, buscando impregnarla desde sus
raíces con el contenido de los nuevos tiempos que marcan la búsqueda de la
salida de la noche neoliberal. La idea es que los espacios existentes, la
CAN y el MERCOSUR, aunque en distinto grado, tienen marcada tan
fuerte la impronta de los noventa, que es imposible –o casi-
redireccionarlos. Idea que no es compartida por los que piensan que por lo
menos en el caso del Mercosur, éste tiene mucho para aportar al proceso de
integración.
Las distintas visiones sobre las posibilidades y
dificultades de los espacios existentes se vienen manifestando desde hace
varios meses, incluso entre los gobiernos de los países que tienen mayor
afinidad entre sí. Bolivia después de la asunción de Evo, no sólo reafirmó
su pertenencia a la CAN, sino que se convirtió en un activo protagonista
de su revitalización, mientras que Venezuela se retiró de la CAN y se
integró a un Mercosur en el que Argentina y Brasil ponen gran parte de sus
fichas, sin por eso dejar de apostar, aunque con distinto grado de
entusiasmo, a la CNS.
Por su lado Uruguay y Paraguay reclaman a los
socios mayores del Mercosur mas consecuencia a la hora de abordar las
asimetrías, y los países que firmaron TLCs con EEUU, buscan adecuar los
compromisos que esos tratados conllevan, con su participación, aunque sea
formal, en alguno de los bloques de la región.
A estas diferentes
miradas hay que agregarle otros problemas que aun cuando fueran
bilaterales o de una zona, recientes o históricos (papeleras, salida
al mar de Bolivia, etc.), tienen indudables consecuencias
regionales.
En este contexto el proceso de preparatorio de esta CNS
aportó interesantes elementos al interior del Grupo de Reflexión de
Alto Nivel (por Argentina participó la Senadora Cristina Kirchner).
Despejó el camino para encontrar coincidencias: necesidad de herramientas
regionales propias de financiamiento (Banco del Sur u otro); integración
física y energética; abordaje de la agenda social y de las asimetrías
nacionales, entre otras. Y también para aclarar diferencias: sobre los
tiempos en que se pueden solucionar estos problemas; sobre si hay que
crear instituciones financieras nuevas como el Banco del Sur o mejorar
alguna de las existentes como la Corporación Andina de Fomento; sobre como
van a participar los países que están comprometidos con TLCs con EEUU.
Durante el año 2006 ha habido varias reuniones de Presidentes de
la Región. Algunas programadas como la Cumbre del Mercosur de julio en
Córdoba y estuvo signada por la visita de Fidel; otras como la de Caracas
con motivo de la integración de Venezuela como miembro pleno del Mercosur;
y alguna citada de urgencia, como aquella reunión de Iguazú para resolver
entre los presidentes soberanos de nuestros países (lo que antes resolvían
las multinacionales petroleras en reuniones en Nueva York o Londres) la
crisis por la nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia. Todas
marcaron algún avance y quizás ninguna pudo esconder todos los problemas
que acarreamos.
No caben dudas que el escenario de la CNS es uno
de los más importantes por los que transita nuestro arduo caminar. Un
bloque sudamericano unido para enfrentar un contexto internacional que nos
seguirá siendo complicado en los próximos años, obviamente está entre los
objetivos estratégicos a alcanzar para todos los que estamos empeñados en
la recuperación de nuestros derechos soberanos. Sería un grave error no
trabajar consecuentemente en pos de él, como también lo es, entenderlo
como un atajo que nos permitirá saltar por encima de las dificultades que
tenemos. Si tenemos diferentes visiones para abordar las asimetrías, la
agenda social o la integración física en la CNS también las tenemos en el
Mercosur o en la CAN, porque los actores nos repetimos aquí y allá. Si
creemos que estos escenarios son competitivos y no complementarios
vamos a agregar innecesariamente un nuevo obstáculo.
Como también
son importantes y complementarios las diferentes convocatorias a la
participación social en el proceso de integración. Tanto en el Mercosur a
través del Programa Somos Mercosur, como en CNS en su Cumbre Social. La
participación directa de las distintas representaciones de la sociedad a
través de diversos eventos, se va convirtiendo en una constante en todas
las reuniones regionales, lo que se constituye en una saludable novedad,
que es deber de nuestros gobiernos promover y apoyar activamente,
Isaac Yuyo Rudnik
11/12/2006
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