Rebanadas de Realidad - Buenos
Aires, 16/03/07.- Sospechosamente de un tiempo
a esta parte, comunicadores sociales, especialistas, técnicos,
universidades, colegios profesionales, políticos, legisladores,
funcionarios, sectores de la industria y también algunos conspicuos
ambientalistas, aparecen en cuanto espacio existe en los medios de
comunicación de masa, sean estos radiales, televisivos y gráficos,
cantando loas y hablando maravillas del petróleo verde, que en un tiempo
más o menos cercano sustituirá totalmente al perverso imperio de los
combustibles fósiles.
De esa catarata
comunicacional, se infiere que los sectores del poder económico,
financiero e industrial mundial, han encontrado la solución al causante
del cambio climático y anuncian la terminación de la tiranía petrolera
sobre la Tierra. De golpe, y como por arte de magia, aquellos se han
vuelto ambientalistas y abrazan las banderas de sus tradicionales
enemigos y la frase "desarrollo sustentable" no se les cae de la boca,
como si fuera un chicle que se puede estirar para todos
lados.
Ante el tremendo
poder propagandístico unidirecccional, que resalta que el biodiesel es
lo mejor que nos pudo haber ocurrido, uno que algo conoce del tema queda
como desorientado y alelado, imagínese el ciudadano común, frente a
ello, casi que se sale de la vaina para reclamar plantas de refinación
de biocombustibles hasta en las plazas, por no decir en las escuelas y
hospitales. La nueva revolución verde, ha llegado!!! y nos salvará a
todos.
Decía mi abuelo:
"Cuando la limosna es grande hasta el santo desconfía" y cuanta razón
tendría en desconfiar de estos anuncios fabulosos que prometen una
Argentina de progreso.
Si hoy el mundo,
supongamos que tuviera capacidad para ello, decidiera abandonar la quema
de hidrocarburos y pasarse a los biocumbustibles para la obtención de
energía, se necesitarían una cantidad de hectáreas equivalentes a varios
planetas, donde plantar los vegetales para lo obtención del famoso
combustible.
Dice el periodista
británico George Monbiot: "Para mover nuestros coches y autobuses
(solamente) con biodiesel se requerirían 25,9 millones de hectáreas.
Existen en el Reino Unido 5,7 millones de hectáreas. Si esto sucediese
en toda Europa, las consecuencias sobre el suministro de alimentos
serían desastrosas: pasaríamos de ser excedentarios a ser deficitarios
netos". (1)
Según el Ing. Miguel
Baltanás, (Doctor, INTEC, Investigador Superior (CONICET) y Profesor
Titular D.E. (UNL): Para incorporar biodiesel en un porcentaje de tan
sólo el 2%, "sería necesario emplear el 50% de la producción mundial
de aceites vegetales." (2) De esto
podemos inferir que si el porcentaje fuera del 4% del total, deberíamos
usar todos los aceites vegetales que se producen en el mundo. ¿Con qué
haremos las papas fritas?
Ud. también se
estará preguntando: ¿En dónde vamos a producir alimentos, si tendremos
que tapizar de soja u otros monocultivos hasta los canteros de las
casas?
Creo que este es un
negocio para unos pocos a costa de muchos, más allá del maquillaje al
que se lo quiera someter, y frente a esto no hay posiciones políticas
que valgan, sean estas de derecha, izquierda o centro, todos por igual,
salvo honrosas excepciones están cegados por el brillo del
oro.
Se acuerda de la
famosa industria denominada "La Forestal"? que en su momento fue un boom
similar al de la soja y que arrazó con miles de hectáreas del monte y
bosque nativo en una gran franja del país. Al quebracho o a su
exterminio, también los corifeos de toda laya le cantaron sus melodías
que como cantos de sirenas llevaron al abismo a miles de argentinos. Muy
pocos se atrevieron a denunciar esa matriz de explotación devastadora,
entre ellos Gastón Gori en su célebre libro "La Forestal", el que más
allá de los homenajes que cada tanto se le hacen, muy pocos funcionarios
parecen haber leído y menos tener la grandeza de imitar.
Cien años después
todavía soportamos y lo que es peor pagamos las consecuencias de ese
modelo de destrucción. El sistema productivo que se nos anuncia como la
panacea del crecimiento nacional es todavía más agresivo y confirmará
con mayor crudeza eso de que "las penas son de nosotros, pero las
vaquitas son ajenas", léase la soja.
Como bien se ha
dicho: "…ha comenzado la etapa siguiente de la colonización y el
mundo industrializado apunta a los países del Tercer Mundo, donde las
empresas pueden apropiarse de grandes extensiones de tierra y mano de
obra barata y despreocuparse de los graves impactos ambientales que
acarrea el establecimiento de grandes plantaciones de monocultivos, de
las que se refinarán los biocumbustibles, a expensas de bosques y
tierras aptas para el cultivo de alimentos".
(3)
En esa sintonía, la
Comisión de la Unión Europea emitió en 2001, el comunicado 547, el que
sugiere el uso de biocombustibles para asegurar la oferta de energía,
importando biocombustibles de aquellos países con ventajas competitivas
en su producción y no comprometer de manera considerable la actual
superficie agrícola de la Comunidad, evitando la suba en los precios
domésticos de los granos destinados para biocombustibles. A fines del
año 2005, se declaró el apoyo a la producción de biocombustibles en los
países en desarrollo, con el mismo fin.
Por ello y en razón
que: "el costo de la materia prima del biodiesel representa más del
85% del total, los lobbies del biodiesel han convencido a los
legisladores de cada país a dictar leyes que eximen de impuestos (en el
caso argentino el ITC) a la producción de biodiesel." (4)
A través de esas
reformas legislativas, producto del "convencimiento", toda la comunidad
debe subsidiar el negocio de unos pocos, frente a ello el Ing. Baltanás,
pregunta: "¿En nombre de qué intereses deberíamos subsidiarlo?
¿Transportamos en lugar de alimentar a la humanidad?". (5)
En esta Provincia
Invencible de Santa Fe, su legislatura "convencida y más papista que el
papa" ha sancionado una ley que va más allá de las ventajas otorgadas
por la Nación y ha ampliado los beneficios a los "inversores" por
años.
Entre ellos,
mencionamos: la exención o diferimiento de tributos provinciales como
ingresos brutos, impuesto de sellos, inmobiliario y patente única de
vehículos, durante 15 años para las empresas que se radiquen en la
provincia y desarrollen esta actividad.
Por el artículo 8,
se autoriza al Ejecutivo a entregar a las empresas, en comodato sin
cargo o locar a precio promocional, bienes del dominio público
(entregarán las plazas?) o privado del Estado provincial, construir
infraestructura básica para acondicionamiento de áreas y a firmar
convenios con entidades financieras para conceder créditos con tasas de
interés en condiciones preferencial. Todo esto lo pagamos
nosotros.
El artículo 11 de la
norma crea un cargo de 0,20 pesos ajustables conforme a la variación del
precio de la tarifa eléctrica de la Empresa Provincial de la Energía
(EPE), por usuario del sistema eléctrico provincial, para la promoción y
la financiación de estos proyectos.
Qué tal, por si
fuera poco parió la abuela.
Justo es decir que:
"Aunque el proyecto fue aprobado en Diputados con el voto de todo el
arco político -justicialismo, socialismo, cavallerismo y un grupo de
radicales-, el radical Santiago Mascheroni fue el más duro al oponerse
en forma total a las distintas sanciones y cargó contra distintos
aspectos de la norma. (6)
Si estas iniciativas
son tan buen negocio para el país, por qué nos tenemos que hacernos
cargo de pagar la cuenta del banquete que comen otros?
Mentiras que
matan:
No tengo dudas que
en relación al tema habrá escuchado consignas tentadoras y atrayentes
como: "el biodiesel beneficiará a nuestros productores y las economías
regionales"; "mitigará los efectos del cambio climático"; "mejorará las
condiciones del ambiente"; o: "con la utilización de biocombustibles
se estaría contribuyendo a un desarrollo sustentable del ambiente, a
disminuir gradualmente la dependencia de los combustibles fósiles y a
mejorar la rentabilidad del sector agropecuario y agroindustrial de la
provincia, con posibles incidencias en el crecimiento de la economía
regional" ( Senadora Socialista Patricia Sandoz). (7)
Si creyó esta
propaganda interesada, lamento desilucionarlo, pero se equivocó de cabo
a rabo.
Veamos algunas de
estas concluyentes afirmaciones:
- Beneficiará a
nuestros productores: Sinceramente no se como, ya que es poco probable
que se venda en el país, ya que como dice Jorge Kaloustian presidente de
la empresa Oil Fox (productora de biodiesel), "como en el mercado
interno la venta de este producto por el precio de la soja vienen en
alza, no hace competitivo al aceite con el gasoil, por lo tanto las
oportunidades están en la exportación". (8)
- Contribuye al
Desarrollo sustentable del ambiente: "En gran parte de las regiones
extrapampeanas, donde avanza la frontera agrícola por la sojización, no
sólo crece la desocupación, y aumentan los demandantes de planes
sociales, sino que se produce la contaminación por agroquímicos de
vastas regiones, la degradación ambiental y la apropiación de tierras y
agua, con la consecuente inhibición de otras actividades agropecuarias y
la desarticulación de los modos de vida de las poblaciones rurales".
(9)
- Mitiga el cambio
climático: "La combustión de biodiesel produce más óxidos de
nitrógeno, los que en la atmósfera producen un efecto invernadero 24
veces superior al de dióxido de carbono". (10)
"Cuando
incorporamos toda la cadena de producción de biocombustibles (producción
de fertilizante para el cultivo, labores agrícolas, transporte, cosecha,
almacenamiento, etc.), puede ocurrir que la demanda energética sea
importante y así gastar más energía que la producida, y/o emitir mayor
cantidad de CO2 y NOx a la atmósfera. En el mediano plazo esto es
inviable, y no serían recomendables los biocombustibles." (11)
Entiendo que estas
consideraciones son nada más que algunas de las contracaras de las
monedas del modelo que se anuncia y que además de la soja, su aceite o
el biodiesel que se exporta, se llevan el agua y los nutrientes de
nuestro suelo y nos dejan la contaminación, la desertificación, la
aniquilación de biodiversidad y la pérdida de salud y de calidad de vida
de nuestros compatriotas. Lo que se dice un negocio redondo.
No es casual que en
la reciente 12ª Conferencia de las Partes del Convenio Marco de las
Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, reunidas en Nairobi entre el
6 y el 17 de noviembre de 2006, distintas organizaciones y movimientos
de agricultores pidieran suspender inmediatamente todos los subsidios y
otras formas de apoyo desigual a la importación y exportación de
biocombustibles.
Expresando que
"No hay nada verde ni sustentable en el biocombustible. En lugar de
destruir las tierras y el sustento de comunidades locales y Pueblos del
Sur mediante otra forma más de colonialismo, exhortamos a los países del
Norte a reconocer su responsabilidad en la destrucción del sistema
climático del planeta, reducir su consumo de energía hasta alcanzar
niveles sustentables, pagar la deuda climática que han ocasionado al no
haber hecho lo anterior hasta el momento y aumentar sustancialmente la
inversión en energía solar y en energía eólica sustentable".
(12)
Frente a esta
producción injusta y la inacción estatal, es necesario que toda la
ciudadanía se mantenga atenta e informada en defensa de las actuales y
futuras generaciones, y tal vez así quizás podamos salvarnos del
desastre.
Por último, se
acuerda de la historia o leyenda del famoso Caballo de Troya?, y por el
cual el tan preciado regalo resultó la causa de la destrucción de la
ciudad. El biodiesel como el Caballo de Troya pueden conducir a igual
resultado. Por ello tengamos cuidado, que no nos pase lo
mismo. |