Qué tal nivel de jefe de Estado

[Pedro Martínez Pírez <pmpirez@rhc.cu>]

 

 

"Qué tal nivel de Jefe de Estado"

 

Carlos Angulo Rivas

 

El candidato alanista Alan García criticó al presidente Hugo Chávez diciendo que no tenía nivel de jefe de Estado porque le dijo cuatro verdades bien puestas. Se supone que él sí lo tiene y también su colega Alejandro Toledo que lo apoyó abiertamente con el retiro del embajador peruano en Venezuela, el camaleón Carlos Urrutia. Lo estamos viendo porque ese nivel de jefe de estado ha quedado demostrado en la sublime borrachera internacional de Málaga a Madrid en un viaje oficial aprobado por el Congreso. Idéntico, recordemos las célebres parrandas en palacio de gobierno del siniestro gobernante de los crímenes de lesa humanidad y los latrocinios que enriquecieron a la pandilla de delincuentes de su camarilla, la misma que hoy piensa repetir el plato. No recuerdan las euforias de pichicata y trago de alancito cantando la ranchera "yo soy el rey" a todo pulmón.

 

La prensa internacional informa que hubieron dos incidentes que dejan mal parado al borracho y coquero Alejandro Toledo, quien con su comitiva se pasó de copas etiqueta azul y vinos de Rioja nada menos que en el avión presidencial donde un alto funcionario ebrio cantaba y gritaba desaforado junto a la congresista Doris Sánchez, quien aprovechó el viaje para pasear a tres de sus familiares. Eso se llama tener "nivel de jefe de Estado" viva la clase política tradicional representada por los alanistas y Alan García que quieren el poder para continuar las cuchipandas de Toledo que ellos parcialmente extrañan desde 1990.

El escándalo protagonizado por el "atorrante, fracasado y payaso" Alejandro Toledo se inscribirá en los anales de la historia "diplomática" del país gracias a un alto un funcionario de la embajada peruana que, en evidente estado de ebriedad, cantaba a voz en cuello “pásame la botella... pásame la botella...” y cuando llegó al avión presidencial dijo, también a todo pulmón: “ahora pasamos del bus parrandero al avión parrandero”. Que gracioso, porque Toledo después de la espantosa tranca internacional dice que va a tratar "tieso como de costumbre" su agenda en España y todavía dará una conferencia en el forum Nueva Economía, seguro acerca del "chorreo" de PPK que continuará Alan García después de ser apadrinado por el ciudadano norteamericano que hace la veces de primer ministro y también por el embajador James Curtis Struble.

 

Ni corto ni perezoso el candidato alanista, Alan García, enterado de la situación quiso desprenderse del apoyo presidencial de Toledo afirmando que el avión presidencial es el símbolo de la lujuria, el lujo y la tentación por viajes que inclusive lo han guiado hacia las playas del norte del país, en clara referencia a Punta Sal" Qué frescura de candidato. Se queja sólo porque estamos en elecciones y le malogran una supuesta imagen que no tiene y nunca ha tenido. ¿Acaso no fueron los alanistas del Congreso actual quienes han defendido la "estabilidad" del borracho Toledo en palacio? García Pérez señala además que la labor realizada por este gobierno “se esta borrando con el codo”. O sea que de cierta manera celebra los "logros" de Toledo que nadie observa porque la pobreza sigue siendo del 54% de la población. Y como ya no le conviene el apoyo de Toledo manifestó que prefiere la absoluta neutralidad del presidente y que éste no apoye a nadie en las elecciones presidenciales mientras permanezca en palacio pues su influencia psicológica y burocrática es grande, "no se ve bien". Ah! no se ve bien y cuando usted apoyó con los recursos del Estado a Alberto Fujimori contra Mario Vargas Llosa, inclusive en contra de su candidato presidencial Luis Alva Castro? Ah! ¿Tampoco se acuerda? porque hoy frescamente dice García Pérez: “No soy vanidoso: quédate con tu apoyo” Toledo Manrique.