TESTIMONIO: El crimen de Barbados, por Freddy Balzán M.

[Pedro Martínez Pírez <pmpirez@rhc.cu>]

Title: TESTIMONIO: EL CRÍMEN DE BARBADOS

TESTIMONIO: EL CRÍMEN DE BARBADOS

Por: Freddy Balzán M.

 

Hace 30 años, esa mañana del 6 de octubre de 1976, como siempre, transmitía los principales titulares de los periódicos venezolanos a Cuba y nada nos permitía presagiar salvo a Washington, que ya estaba en marcha el espantoso crimen terrorista planificado por la CIA contra un avión de Cubana de Aviación, que conmovió al mundo, con la participación de Orlando Bosch y Luís Posada Carriles, actualmente protegidos por el gobierno de EEUU y de los autores materiales que colocaron los explosivos a bordo: Hernán Ricardo y Freddy Lugo. En ese entonces, compartía mi trabajo diario como corresponsal de la agencia Prensa Latina en Caracas, con mis otras funciones de Secretario General del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP).

Alguien tocó el timbre de la puerta de la oficina a las siete de la mañana, en el piso 21 del edificio FONDOCOMUN, situado en la avenida Urdaneta,  a una cuadra del diario El Universal y de inmediato abrí. Se trataba de una visita inesperada: eran tres dirigentes deportivos muy alegres, cargando en sus manos, como a los niños recién nacidos, los trofeos conquistados en el campeonato de esgrima celebrado en la capital.

Los felicitamos por el triunfo alcanzado y les ofrecimos café, mientras comentaban algunas incidencias del exitoso evento; el compañerismo de los atletas; el agradecimiento por las atenciones de los organizadores, etc. mientras llamaba al director de la agencia. Me dijeron que querían  enviar un mensaje al Instituto de Deportes (INDER) y sus familiares en La Habana, notificando la hora de salída del aeropuerto de Maiquetía hacia la capital caribeña, donde abordarían el vuelo del avión de Cubana de Aviación,  que los trasladaría a su patria, pero que nunca llegó a su destino. Eso fue todo,  prepararon el mensaje fuera de servicio y  de inmediato, se despidieron muy apurados porque iba retrasados hacia el aeropuerto. La dolorosa noticia, la conocimos en la tarde, cuando los noticieros radiales comenzaron a transmitir las primeras informaciones: Urgente, “un avión cubano cayó al mar en Barbados”. En aquél momento, jamás podíamos imaginar que un imperio que pontifica diariamente sobre la libertad, la democracia y los derechos humanos, se atrevieran a planificar un atentado terrorista tan  espantoso,  similar al de las torres gemelas de Nueva York.