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Sent: Thursday, August 24, 2006 10:57 AM
Subject: Respuesta al Embajador yanqui en Asunción.
Nota: Lo publica hoy el Diario ABC color.
Asunción, Paraguay, Jueves 24 de Agosto de 2006
Opinión
El nuevo plan anexionista del Gobierno de Estados Unidos contra
Cuba
El nuevo plan anexionista del Gobierno de Estados Unidos
contra Cuba. En cuanto hace a Cuba, la naturaleza imperial del Gobierno de
Estados Unidos se revela con inocultable desfachatez.
Su representante en Asunción acaba de confirmarlo con una
absurda y ridícula frase: "Los cubanos deben estar seguros en sus propias
casas". Puede afirmarse que dejó escapar una excelente oportunidad para
permanecer callado.
El presbítero de la Iglesia Episcopal de Cuba, Pablo
O. Marichal, recogiendo el sentir de millones de cubanos, en uno de los párrafos
de la carta abierta que le dirige a la secretaria de Estado, Srta. Rice, en
respuesta a declaraciones de altos funcionarios del Gobierno de ese país en el
sentido de que Estados Unidos no tiene planes de invadir Cuba, expresa: "Somos
un país que, ABSOLUTAMENTE, no cree en la veracidad de las declaraciones de su
Gobierno, por lo que él mismo no debe creer en lo que declara y saber que sí nos
preparamos para "todas las opciones norteamericanas".
Tal aserto debe
aplicarse, con todo rigor, a los dichos del embajador estadounidense en
Paraguay, quien puede ahorrarse el dislate de decirles a los cubanos que "deben
estar seguros en sus casas".
El Gobierno de Estados Unidos se sabe
aislado en su política anticubana. Su conducta, hija de la miopía generada por
la arrogancia y la prepotencia, es errática y desesperada. El nerviosismo de sus
voceros, incluido el de su representante local, contrasta con la tranquilidad
reinante en Cuba.
El rechazo al bloqueo genocida impuesto a Cuba es hoy
universal. Al propio tiempo, el Gobierno de Estados Unidos es percibido como la
principal amenaza a la paz y seguridad internacionales. Una mentira: las
inexistentes armas de destrucción masiva costaron la muerte a más de 140 mil
iraquíes y varios miles de soldados norteamericanos. Las bombas "inteligentes" y
de fósforo blanco que masacraron a decenas de niños libaneses en Qana hace pocos
días eran de factura estadounidense.
Para derrocar la Revolución Cubana,
el Gobierno de Estados Unidos implantó un bloqueo criminal, fomentó el
aislamiento de Cuba, financió y participó en agresiones militares, actos
terroristas y de sabotaje a la economía que provocaron la muerte a más de 3.000
compatriotas y daños materiales y humanos que superan los 54.000 millones de
dólares. Al cierre del 2005, los daños ocasionados por el bloqueo ascienden a
86.000 millones de dólares. El terrorista Orlando Boch, coautor junto a Luis
Posada Carriles de la voladura en pleno vuelo de un avión de Cubana de Aviación
con 76 pasajeros a bordo, se exhibe en actos públicos junto al presidente Bush.
A Posada Carriles, el Gobierno de Estados Unidos le aseguró la impunidad por sus
crímenes al negar la extradición del terrorista a Venezuela.
En junio de
este año, el Gobierno de Estados Unidos publicó un detallado plan, cuya esencia
anexionista está fuera de toda duda, para reinstaurar en Cuba un gobierno
sometido al estadounidense en contra de la voluntad del pueblo cubano. El
Informe, que no deja nada al azar, incluye desde la derogación de la
Constitución de la República -aprobada por referéndum popular- y la
participación de casi todas las Agencias de Gobierno estadounidense en su
ejecución, hasta la asignación de 80 millones de dólares para promover la
subversión interna y el desmantelamiento de la seguridad social, que califica de
"costosa e insostenible".
También designa un procónsul bajo el eufemismo
de "coordinador para la transición". Su nombre: Caleb McCarry, funcionario del
Gobierno de Estados Unidos.
El "aporte" más notable del Informe es la
existencia de un anexo secreto que mantiene su carácter confidencial, como se
ocupa de aclarar el texto de referencia, en virtud de supuestas razones de
"seguridad nacional y ejecución efectiva". No es difícil imaginar el tipo de
recomendaciones que intentan esconder.
El nuevo plan anexionista correrá
la misma suerte que los anteriores: la derrota. El pueblo cubano, artífice y
gestor de la Revolución, sabrá defender sus conquistas para que Cuba nunca más
pueda convertirse en un protectorado del Gobierno de Estados Unidos. La
transición en Cuba comenzó el 1 de enero de 1959, y continuará hacia más y mejor
socialismo.
Adolfo Curbelo Castellanos, Embajador de Cuba en
Paraguay.