Dos economías, por Jerónimo Carrera

[Pedro Martínez Pírez <pmpirez@rhc.cu>]

Title: Dos economías

OPTICA MUNDIAL

Dos economías

            En el mundo de hoy, una de las características novedosas que podemos observar prácticamente en todos los países, aunque en unos de modo más ostensible que en otros, es la inclinación que tienen los gobernantes por un deporte muy peculiar, como es el de jugar con las estadísticas.

            Se entiende que la crisis general del sistema capitalista, tan acentuada en las últimas dos décadas, no permite en general que los gobiernos le presenten a sus pueblos balances de gestión siquiera medianamente algo alentadores. De allí la necesidad que sienten los gobernantes de apelar a artilugios numéricos -con la ayuda de esa moderna rama de las ciencias sociales denominada la estadística- para pintar cuadros color de rosa y evitar lo más posible las tonalidades sombrías.

            Un aspecto en el cual se esmeran con mucho empeño los gobiernos por disimular la realidad, es el del desempleo. Sin duda este problema es el cáncer que afecta mortalmente al capitalismo. Pues bien, según cálculos el mundo cuenta actualmente con no menos de mil millones de desempleados, una cifra que no reconocen las estadísticas oficiales, desde luego. Ningún gobierno admite tener en su país más de un 15% de desempleo, ya que sus técnicos manipulan las cifras con la creación de nuevas categorías de “empleo”, como la llamada “economía informal”.

            Por esa vía, hasta las prostitutas se han convertido en nuevo sector laboral, el de las llamadas “trabajadoras sexuales”. Y junto a ellas, seguramente, figuran otros curiosos sectores de trabajadores, como son los distribuidores de drogas, vendedores de loterías, etc. Aún más, ya puede considerarse la delincuencia como una modalidad de empleo. Es una forma de trabajo que se ha hecho muy atractiva para la juventud, y miles y miles de muchachos buscan “ganarse la vida”, como sea, mediante atracos y asaltos, generalmente a mano armada. Para su formación profesional más adecuada funciona, claro, el sistema penitenciario prevaleciente en la gran mayoría de países.

            Sin embargo, no es sólo en cuanto al desempleo que las estadísticas son utilizadas para disfrazar la crisis global que la humanidad ahora está sufriendo. Si nos atenemos al concepto estadístico  que denominan PIB, o sea el producto interno bruto, todas las economías nacionales están creciendo de año en año, y algunas en forma vertiginosa, pero lo contradictorio es el hecho de que cada día hay más gentes viviendo en la miseria.

            Hasta no hace mucho se hablaba de un “primer mundo” formado por los países ricos, donde todos gozaban de un elevado nivel de vida. Lo que provocó fuertes movimientos migratorios provenientes de los países pobres, y los cuales eran bienvenidos por la clase patronal, que veía en ellos una fuerza de trabajo barata y quitaba poder a los movimientos sindicales. En la actualidad esos países ricos levantan barreras a los trabajadores extranjeros, que son culpados de la creciente pobreza y del amenazante malestar social, como acaba de verse en Francia.

            Diversos mecanismos están siendo propuestos por los expertos para enfrentar la catastrófica situación. En Estados Unidos van desde el ALCA y los tratados bilaterales del llamado comercio libre -tan libre que tienen que ser impuestos a la fuerza- hasta la construcción de un muro contra inmigrantes en su frontera con México. Es decir, un libre flujo de mercancías pero no de personas, en el país cuyo gobierno  más habla de derechos humanos.

            Lo cierto es que los manejos estadísticos no pueden alcanzar el objetivo de ocultar el hecho de que vivimos en un mundo dividido, con dos economías muy diferenciadas: la de los trabajadores y la de los patronos, y con Estados casi siempre al servicio de estos últimos.  De allí se genera la lucha de clases, indetenible, no importa lo que digan las estadísticas. Y tampoco lo que puedan hacer Baby Bush y su pandilla por impedir el paso del mundo hacia el socialismo.

 

                                                                                              Jerónimo Carrera

 

                                                                                                        (Publicado en el Semanario La Razón Nº 596,

                                                                                                         Caracas, domingo 11 de junio de 2006)