Pobreza en medio de la
abundancia
Por Dr. Esteban Morales Domínguez
El desarrollo capitalista no ha dejado de ser
bipolar, en un polo continúa creciendo la riqueza y en el otro la pobreza.
La pobreza aumenta y se expande; la riqueza se
concentra y centraliza, lo que cada vez mas responde a varios factores,
entre los que consideramos como más importantes los siguientes:
1. Incremento continuo del nivel de explotación de
los trabajadores, o de "los que viven del trabajo", sobre la base del
usufructo capitalista de la "sociedad del conocimiento".
2. Las crisis económicas afectan como nunca antes a
las clases medias.
3. Durante los últimos 25 años, a pesar de los
cambios sustanciales acaecidos en la dinámica del capitalismo, dentro del
sistema no se ha resuelto ni uno solo de los problemas que ya le aquejaban
desde el período posterior a la segunda guerra mundial.
4. Junto a la continua concentración de la riqueza,
la pobreza crece también de manera continuada.
5. El llamado proceso de la globalización, lejos de
globalizar el desarrollo y la riqueza, tiende a globalizar la pobreza, sin
solucionar las desigualdades existentes.
Se están reproduciendo las desigualdades
socioeconómicas y la miseria en casi todos los países y regiones del
mundo, lo cual es consecuencia de la dinámica y generalizada, operatividad
lograda por el capital transnacional a nivel mundial, en la búsqueda de
las más altas ganancias donde quiera que estas se encuentren. Para lo cual
dispone de los métodos más sofisticados.
El proceso de reproducción del capital se mueve a
favor de la concentración de la riqueza entre la capa social privilegiada,
que abarca alrededor de un 20% de la población mundial; con lo cual la
diferencia entre ricos y pobres se hace mayor entre de cada país, del
norte y el sur, y dentro de cada uno, al mismo tiempo, simultaneando con
un agudo incremento de las desigualdades.
Una
violencia estructural permanente
La desigualdad mundial en la distribución de la
riqueza y el poder, es una forma de violencia estructural permanente
contra la mayoría del mundo. Fenómeno ampliamente observado, pero que es
necesario vincularlo mas explícitamente a la globalización neoliberal.
Solo para el caso de América Latina, el número de
personas que viven en la pobreza creció de 183 millones en 1990 a 230
millones en 1996, según las cifras divulgadas por la Comisión Económica de
Naciones Unidas para América Latina y el Caribe.
Tomando en consideración el crecimiento demográfico,
el porcentaje de la población que vive en la pobreza, según CEPALC,
aumentó de 40% de la población total en 1980, a 44% en 1990 y 48% en 1996,
tratándose como observamos, de un crecimiento prácticamente
exponencial.
La organización de Naciones Unidas para la
alimentación y la agricultura (FAO) agrega, que entre los pobres de
América Latina, 59 millones de personas padecen hambre crónica.
Como se dice en el "Informe sobre el Desarrollo
Mundial 2000/2001", del Banco Mundial, "nuestro mundo se caracteriza por
una gran pobreza en medio de la abundancia. De tal modo que de un total de
6,000 millones de habitantes, en 1998, 2800, casi la mitad, viven con
menos de 2 dólares diarios y 1 200 una quinta parte, lo hace con menos de
1 dólar al día; 44 % de este grupo se encuentra en Asia meridional"
En los países ricos, los niños que no llegan a
cumplir 5 años son menos de uno de cada 100; mientras que en los países
más pobres una quinta parte de los niños (20 de cada 100) no alcanzan esa
edad; asimismo, mientras que en los países ricos menos del 5% de todos los
niños menores de 5 años sufre mal nutrición; en las naciones pobres la
proporción es de hasta el 50%.
Miseria
persistente
La situación de miseria persiste, a pesar de que las
condiciones humanas han mejorado más en el último siglo, que en todo el
resto de la historia de la humanidad.
La riqueza mundial, los contactos internacionales y
la capacidad tecnológica son ahora mayores que nunca. Pero la distribución
de esas mejoras ha sido extraordinariamente desigual. El ingreso promedio
en 1os 20 países más ricos, es 37 veces mayor que el de las 20 naciones
más pobres, brecha que se ha duplicado en los últimos 40 años.
Sería absurdo pensar, como bien reconoce el informe
del Banco Mundial, que la situación humana no haya mejorado.
Asimetría
de los ingresos
Pero realmente si lo ha hecho durante el último
siglo, y mucho mas que en todo el resto de la historia de la humanidad,
sin embargo, la asimetría en los ingresos entre los más ricos y los mas
pobres es creciente. ¿Cuánto tiempo tendrán que esperar los pobres (2,800
millones), para que su situación mejore?
Pero sobre todo, ¿será políticamente realista y
viable considerar que pueden esperar? Pienso que son posibles de ocurrir
estallidos sociales, antes de que la situación haya podido mejorar.
"El consumo per cápita ha aumentado constantemente
durante los últimos 25 años en los países industrializados (alrededor de
2,3% como promedio anual)…".
Sin embargo, el 20% más pobre de la población
mundial, ha quedado excluido de esa explosión del consumo.
"Las desigualdades del consumo son brutalmente
alarmantes a escala mundial. De modo que, el 20% de los habitantes de los
países de mayor ingreso, hacen el 86% del total de gastos de consumo
privado, mientras el 20% más pobre, un minúsculo 1,3%.
Más concretamente, la quinta parte más rica de la
población mundial:
Consume el 45% de toda la carne y el pescado, y la
quinta parte más pobre, el 5%. Consume el 58% del total de la energía, y
la quinta parte más pobre, menos del 4%. Tiene el 74% de todas las líneas
telefónicas, y la quinta parte más pobre, el 1,5%. Consume el 84% de todo
el papel, y la quinta parte más pobre, el 2,1%. Posee el 87% de la flota
mundial de vehículos y la quinta parte más pobre, menos del 1%.".
Pobreza
de privación
De todos modos, pese a que el consumo es elevado, en
todos los países industrializados, hay pobreza de privación, y en algunos
países está aumentando.
"Tomando en consideración, el índice de pobreza
humana del informe de 1997, respecto a los países en desarrollo, los
expertos calcularon, para los países industrializados, una medida
multidimensional de la privación humana, basada en los mismos factores,
pero de manera mas apropiada a las condiciones sociales y económicas de
los países industrializados.
Tal cálculo, de este nuevo índice de pobreza humana
(IPH), arrojó los resultados siguientes:
1. En 1998, entre el 7% y el 17% de la población de
los países industrializados es pobre. Esos niveles de privación tienen
poco que ver con el ingreso medio del país, pues, por ejemplo Suecia tiene
el menor grado de pobreza (7%), aunque ocupa el lugar 13 en cuanto al
ingreso medio. Y así ocurre con otros Estados Desarrollados.
2. Estados Unidos, con el ingreso medio más elevado
de los países clasificados, tiene el mayor porcentaje de población que
experimenta pobreza humana.
3. Más de 100 millones de personas en los países
ricos, sufren subconsumo y privación humana.
4. Casi 200 millones de personas no se espera que
sobrevivan hasta la edad de 60 años.
5. Más de 37 millones de personas no tienen empleo y
con frecuencia experimentan una situación de exclusión social.
6. Más de 100 millones de personas carecen de
hogar.
Como vemos, ni aun dentro de aquellos países en los
que el capitalismo mas se ha desarrollado (tal vez precisamente por ello)
se está excluido de padecer, todo lo contrario, tienen una situación que
es consustancial a que la pobreza ataque a sectores mayoritarios de su
población.
Por supuesto, que dentro de esa pobreza, le
corresponde una posición nada privilegiada a la masa de trabajadores,
status social también, desde donde con más facilidad se puede descender a
la condición de indigente.
El
deterioro de las clases medias
Por su parte, las clases medias, en los últimos 25
años, han tendido a sufrir crecientemente también los embates de las
crisis económicas y de la explotación capitalista.
Sin embargo, como siempre ha sido, dentro del
capitalismo, la pobreza tiene una base estructural, que es la del sistema
de explotación capitalista del trabajo asalariado, y esa no desaparece,
todo lo contrario, se agudiza, ahora impulsada esa agudización por la
flexibilidad y precarización del empleo, traídas de la mano del usufructo
capitalista de los logros de la revolución científico técnica actual.
Esa tendencia al incremento de la explotación se
puede apreciar fácilmente, si observamos la distribución del valor, entre
salario y ganancia, como resultado del crecimiento de la productividad.
Resulta evidente, que es muy poco lo que va al
salario como resultado de los incrementos de la productividad, por lo que
como dicen los autores:"... es necesario atacar los procesos de
acumulación a través de fuertes impuestos a la renta, hasta llegar a una
tributación fuerte sobre todos los capitales, es decir una eficaz tasa
Tobin, para gravar seriamente las ganancias del capital y los intereses
financieros…"
Por otro lado, la terciarización, la flexibilidad de
la economía y la reestructuración capitalista, con fenómenos como la
deslocalización y la precariedad, han producido el aumento, principalmente
en estos últimos años, del número de trabajadores flexibilizados.
Tal situación se refleja de conjunto para la
población, cuando observamos como los habitantes de los países más pobres
y más ricos participan del monto del PIB.
Datos sobre el PIB por habitante en los países más
ricos y más pobres con el 10% de la población mundial.
El 10% de la población de los países más ricos en
1960 tenían 11,806 y el 10% de la población de los países más pobres 256.
40 años después el 10% de la población de los países más ricos tienen
35,210 (+2,8) y la población de los píses más pobres 245 (-0,1).
Como en la década de la descolonización
africana
En los países del Sur, la segunda mitad del siglo XX
ni siguiera refleja un mínimo de avance en los niveles de renta y
bienestar. Mientras en los países mas desarrollados el ingreso medio
mejoró a una tasa media del 2,8% anual; en los más pobres, durante las dos
últimas décadas, se retrocedía a niveles de renta inferiores a los
logrados en la década de la gran descolonización africana…".
En medio de esa situación respecto a la distribución
de los ingresos, en particular, los trabajadores se ven perjudicados por
los altos niveles de desempleo; lo cual afecta sus potenciales ventajas,
aun viviendo en los países más ricos.
El
desempleo en el viejo Continente
Veamos como se comportó el desempleo en Europa.
Según los datos de Eurostat News Reléase 133 de Noviembre 2004, en la
Unión Europea (25 países) el desempleo en el 2002 fue de 8,9 y en el 2003
creció a 9,1%. El paro juvenil en ese año fue de 18,4.
Se ha desarrollado la tendencia a incrementar la
tasa "natural" del desempleo, de modo que en los años 30 la tasa de
desempleo considerada "natural" era del 2% y en los años 50 del 3%. Ahora
se entiende por óptima una tasa de desempleo del 5%, para considerar el
pleno empleo.
Los
jóvenes y los inmigrantes
Se destaca en las cifras de desempleo, que la mas
afectada es la población juvenil. Por supuesto, estas son cifras globales,
tendríamos seguramente una situación mucho más difícil para el caso de los
inmigrantes, sobre todo procedentes de África y el medio Oriente,
población además fuertemente discriminada "racialmente".
Un ejemplo de lo dicho anteriormente podemos
comprobarlo, cuando en Alemania observamos que un 9,1% promedio de todos
los ciudadanos son considerados en estado de pobreza, mientras para el
caso de los inmigrantes esta es del 18,6%, mas del doble.
Es decir, que en el proceso de incremento de la
pobreza, para el caso de los trabajadores y los inmigrantes se coaligan
varios factores:
1. La desventaja de vivir en un país de bajos
niveles de ingresos o pertenecer a sectores, donde el empleo tiene un
carácter precario.
2. En cualquier país que se esté, ser parte de los
sectores de inmigrantes, no blancos en general. Especialmente africanos y
árabes, o proceder de los ex países socialistas, devienen en una gran
desventaja.
3. Para el caso particular de América Latina,
adicionalmente a la carga de ser obrero en un país subdesarrollado, puede
sumársele también, la de ser indígena o afrodescendiente.
4. Para Estados Unidos, ser negro,
hispano(considerado no blanco) inmigrante no blanco, indígenas y sus
descendientes.
Por lo cual, no se puede hablar de pobreza en
general, como si esta tuviese un comportamiento simétrico, aun dentro de
los considerables pobres, sino que la pobreza es también discriminatoria y
asimétrica, pues esta ligada al origen nacional, étnico, racial etc. La
sufren más los jóvenes, en primer lugar y ciertas categorías de
trabajadores, en particular no blancos e inmigrantes.